
Conmoción ha generado el caso del niño de 13 años de Iquique que fue esclavizado por su madrastra dado a conocer este fin de semana. La mujer, de nacionalidad chilena y 51 años, obligaba al menor a dormir en el patio, le privaba de alimento y lo maltrataba física y psicológicamente. El Juzgado de Garantía de Iquique decretó su prisión preventiva.
La jefa de la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía de Tarapacá, Paula Arancibia, entregó antecedentes sobre los abusos que sufría el menor de edad, los cuales ocurrieron entre noviembre de 2023 hasta el 9 de abril de este año. La mujer de 51 años quedó a cargo del menor quien era hijo de su ex esposo.
“Quien detentaba el cuidado personal decretado por el Tribunal de Familia ejecutó acciones que significaron en la víctima graves lesiones físicas, en varias partes de su cuerpo que fueron propinadas con distintos objetos, todos aquellos que mantenía a disposición la imputada”, contó Arancibia sobre la estadía del menor junto a su madrastra. Algunos elementos que usó fueron palos y martillos que le causaron heridas abiertas, un cordón para asfixiarlo, e incluso lo hirió con cuchillos y una plancha caliente.
Junto a esos maltratos, la mujer también abusó psicológicamente del menor. En agosto de 2024 la madrastra sacó al niño del colegio, aislándolo de todo contacto con otros niños, niñas y adolescentes (NNA). El menor era obligado a dormir en el patio, dejándolo días privado de alimento y líquido, donde tenía que limpiar sus excrementos con sus propias manos. Utilizaba botellas y bolsas para hacer sus necesidades. La mujer también le prohibía el ingreso al hogar, salvo en algunas ocasiones para hacer aseo.
Vecinos del sector se percataron de la situación por los gritos y sonidos de golpes. “Ella le prohibía que gritara cuando le estaba pegando, pero sí se escuchaban quejidos. Cuando él se quejaba ella le decía que se callara, que no gritara”, dijo anónimamente una vecina en conversación con 24Horas.
Tras reunir evidencias de video, residentes del barrio denunciaron a Carabineros. Al momento de la detención de la agresora, el menor pesaba solo 39 kilos. Además, tenía signos inequívocos de desnutrición por inanición y desde Fiscalía tienen sospechas de desnutrición.
La madrastra fue formalizada por el Juzgado de Garantía de Iquique, por su participación en calidad de autora de los delitos de homicidio frustrado en carácter reiterado, tanto por acción y por omisión, y por el delito de maltrato habitual.
El duro relato del menor
Durante la audiencia de la mujer, la fiscal especializada, Camila Albarracín, detalló el crudo relato que el menor entregó a la Fiscalía. “Me decía que soy tonto, soy un inútil, que me odiaba, que nadie me quería, que no tenía mamá. También me decía que me iba a cortar un dedo, te voy a quemar con agua caliente, te voy a cortar las orejas, te voy a cortar el brazo”, declaró el niño según el relato de Albarracín.
El menor, luego, contó su experiencia al ser forzado a dormir en el patio: “También me tenía durmiendo a la intemperie, yo pasaba frío. A veces me tiraba sin polerón, sin nada. Hacía pipí en una botella y caca en bolsa. No me dejaba entrar al baño, no me podía bañar. A veces pasaba meses sin bañarme, solo podía bañarme cuando ella me lo permitía. Estaba sucio y hediondo“.
“En una oportunidad estuve seis días sin comer y tres días sin tomar agua”, cerró el niño de 13 años de Iquique.
Junto con este relato, se presentó el trabajo investigativo del OS9 de Carabineros, el preinforme del Servicio Médico Legal y la declaración de vecinos y testigos.
Por el momento, Paula Arancibia recalcó que el niño está bajo cuidado. El menor de 13 años estará en observación hasta que “pueda restablecer su identidad, su dignidad y, por tanto, vuelva a ser un niño“.
Lo que se sabe del padre del niño esclavizado en Iquique
El padre del niño vive actualmente en Constitución y mantiene la prohibición de acercarse a la víctima. Fue por una orden del Tribunal de Familia que el hombre tuvo que hacer abandono del hogar común que mantenía con la que fue la tutora del niño.
La orden de alejamiento refiere a una denuncia que formuló la mujer en noviembre de 2023, en la cual “ella habría sido víctima, como supuestamente una violencia que habría ejercido el padre respecto al niño“, explicó la jefa Regional de Unidad de Víctimas y Testigos.
“De allí entonces que el padre se mantiene lejos de la ciudad de Iquique y el contacto era solo por videollamada, completamente controlado por la imputada quien siempre que conversaba se mantenía al lado de él”, cerró Arancibia.