Tensión e incomodidad por ser feminista: las razones de Irina Karamanos para dejar de ser Primera Dama
La pareja del presidente Gabriel Boric entregará las fundaciones que lidera y detalló cómo ha sido su experiencia en el Palacio de La Moneda.
“Lo más probable es que ocurra de acá a fin de año”. La salida de Irina Karamanos como Primera Dama de la República es prácticamente un hecho mientras se preparan los detalles para que las fundaciones que lidera pasen a los ministerios correspondientes.
La Coordinadora Sociocultural del Palacio de La Moneda dejará estas funciones tradicionales que heredó de otras administraciones en un gesto que desde que el comienzo del gobierno de Gabriel Boric intentó dar.
“Al final de este proceso ya no seré la coordinadora sociocultural y en adelante seré Irina Karamanos. Pero lo más importante es que tengamos una nueva imagen de las posibilidades que tiene la pareja de un Presidente de, por supuesto, apoyarlo a él y al Gobierno. Lo que cambia, en definitiva, es que por una parte no tiene injerencia institucional y, por otra, sí tiene la posibilidad de continuar con autonomía profesional, económica y actitudinal en algunos casos”, explicó la antropóloga.
“Ha estado lleno de tensiones. Este es un espacio poco común para que una feminista decida entrar. Sin embargo, a mi parecer, estamos también desplegados como proyectos en distintas posiciones del Estado, en todas y muchos, generando cambios y que este espacio también era uno de ellos. Ha sido incómodo, pero creo que esa incomodidad es un buen indicador de que uno está en un espacio que está revisando activamente, entendiendo sus mecanismos, las partes que implican este rol. Y eso me ha dado la posibilidad y la tranquilidad también de poder cambiarlo”, dijo en diálogo con La Tercera.
El rol de la Primera Dama según Irina Karamanos
Sobre el posición de Primera Dama, una figura respetada por la ciudadanía, Irina Karamanos tiene clara su visión y piensa que en las labores en sí, los chilenos no la echarán de menos.
“Creo que la figura de la primera dama en su versión institucional no se va a echar tanto de menos. No es aquella parte la que está en el imaginario de la gente. Creo que es más bien la parte de la cercanía al Presidente en tanto compañera, en tanto lo humaniza, la que genera empatía, lo hace accesible. Eso es un gran valor, solo que se ha concentrado mucho en la figura de la mujer, porque casi en la mayoría de los casos las que asumen este cargo somos mujeres”, sostuvo.
Y resumió: “Ha sido muy positivo poder cumplir con el compromiso de innovar en este espacio del Estado. Estuvimos muchos meses revisando, conversando, analizando y mejorando elementos que son parte de la institucionalidad de la primera dama, porque queríamos evaluar cuáles eran los puntos clave donde se podía, por ejemplo, mejorar en términos de transparencia, de probidad, de democratización y profesionalización de sus fundaciones”.