La crónica del anunciado rechazo de Marta Herrera para fiscal nacional en el Senado
Senadores oficialistas y opositores señalan no entender que calculó el Gobierno al proponer una candidata que sabía estaba lejos de reunir los votos necesarios.
“Esto más que un fracaso, va a ser humillante, un fiasco”. Con estas palabras, tres horas antes de la votación, el senador (IND) Karim Bianchi, anticipaba a EL DÍNAMO que Marta Herrera, la nueva candidata del Gobierno para el cargo de Fiscal Nacional, no contaba con los 32 votos en el Senado.
La jornada —donde la candidatura de Marta Herrera para encabezar la Fiscalía Nacional fue rechazada por el Senado al obtener 26 votos a favor de los 32 votos necesarios, con 11 en contra y 9 abstenciones—, había comenzado con un ambiente enrarecido.
En el Senado se había tensionado el ambiente político luego de que la ministra de Justicia, Marcela Ríos, afirmó por la mañana en la Comisión de Constitución que el Gobierno “no vetó” a ningún aspirante al cargo, pero que su par de la cartera de la Mujer, Antonia Orellana, “había manifestado su preocupación” por la candidatura de Ángel Valencia, ya que había defendido a imputados por delitos sexuales.
La molestia de los congresistas se generó porque la ministra Antonia Orellana había negado la información, e incluso al ser consultada por la prensa señaló que no “se haría cargo de cahuines”.
Las advertencias del Congreso que desoyó el Gobierno
En los últimos días, un resultado adverso había sido advertido por varios legisladores del oficialismo y de la oposición al Ejecutivo.
Por ejemplo, el presidente de la Cámara Alta, Álvaro Elizalde, uno de los senadores más cercanos al mandatario Gabriel Boric, le había expresado días atrás a La Moneda que, si bien él votaría a favor, Marta Herrera tenía pocas posibilidades de tener éxito en el Senado.
Su par Pedro Araya (IND-PPD), le había expresado a las ministras de Justicia, Marcela Ríos, y la de Segpres, Ana Lya Uriarte, que la candidata Marta Herrera no daba garantías de mejorar la persecución penal del Ministerio Público.
El nombre de Marta Herrera propuesto al Senado por el presidente Gabriel Boric había sido considerado extravagante de forma transversal entre los legisladores de la Cámara Alta.
En las bancadas de Chile Vamos y del oficialismo explican que se hizo saber a las ministras de Justicia, Marcela Ríos, de Segpres, Ana Lya Uriarte y del Interior, Carolina Tohá, que sus preferencias estaban con el abogado Ángel Valencia o el fiscal Carlos Palma.
Asimismo, se insistió en que había reparos a la figura de Herrera por representar una supuesta continuidad de la era de Jorge Abbott en la gestión de persecución penal.
En las bancadas, sostienen los congresistas, no se comprendía el motivo por el cual el Gobierno insistía en impulsar a Marta Herrera. Ello, debido a que en el proceso anterior para el cargo, el 30 de noviembre, La Moneda había desistido de su nombre y lo reemplazó a última hora por el de José Morales, precisamente, porque la abogada no reunía los 33 votos necesarios para su aprobación en el Senado.
Durante la jornada de este lunes, en la Segpres aspiraban a tener la totalidad de los 17 votos oficialistas en el Senado y el del independiente Karim Bianchi. La ministra Ana Lya Uriarte sabía que de los 9 votos de la UDI y los tres de Evópoli no habría ninguno. También había sido informada de que los 2 senadores del Partido Demócrata, los 3 DC y los 12 RN votarían divididos.
La carta bajo la manga que no prendió en el Senado
En el Congreso plantean que la insistencia del Gobierno por impulsar a Marta Herrera apuntaba a tres posibilidades: falta de experiencia, una apuesta por buscar un nuevo concurso público para el cargo en la Corte Suprema o rebajar la duración del cargo.
De hecho, el senador Bianchi y algunos de sus pares de la bancada de RN, conversaron esa posibilidad con la ministra Uriarte.
“Efectivamente, conversé con la ministra de la Segpres que la solución es que se acuerde con los sectores que no están por apoyar a Marta Herrera y negociaran una modificación constitucional para que la candidata estuviera en el cargo sólo 4 años, porque por 8 años no hay ninguna posibilidad de que sea aprobada”, señaló el senador Karim Bianchi.
Otra versión de parlamentarios opositores apunta a que desde el Ejecutivo se buscó instalar la idea de que la abogada fue rechazada por ser mujer en una especie de “femicidio político”.
Un nuevo concurso público para el cargo
La opción de allanar el camino para que la Corte Suprema ordenara un nuevo concurso público, es una interpretación que surgió la semana pasada entre los parlamentarios una vez conocido el nombre de Marta Herrera.
Sin embargo, según fuentes de Tribunales, tras el rechazo de la candidata propuesta por Boric, lo más probable es que la Corte Suprema complete la quina con un nuevo candidato. Agregan además que el Ejecutivo correría el riesgo de que no se presentaran candidatos a una segunda postulación.
Como sea, esta semana la Corte Suprema debe definir que fórmula adoptará para presentar una tercera quina de candidatos para liderar el Ministerio Público.
Cual sea la definición de la Corte Suprema, en el oficialismo señalan que la nueva derrota generaría un costo político para la ministra de Justicia, Marcela Ríos, que ha sido responsable de las negociaciones de las dos propuestas del Presidente Boric al Senado y a la que se le atribuye un déficit de su gestión política.