“No me interesa imponer una versión oficial”: Boric aclara reconocimiento a Baltasar Garzón y responde a negativa de la oposición
Desde Bruselas, el mandatario insistió en llegar a un consenso para los 50 años del golpe de Estado y respondió a las críticas por medalla al juez español.
La entrega de una medalla a Baltasar Garzón en agradecimiento por la orden de detención que decretó en 1998 contra Augusto Pinochet generó críticas contra el presidente Gabriel Boric.
El mandatario, en una “decisión personal” como calificó el canciller Alberto van Klaveren, reconoció al español por esta acción judicial que terminó con el dictador detenido en Londres.
El cuestionamiento al gesto del jefe de Estado se produjo, además, porque el abogado ibérico participó en el proceso de la demanda marítima de Bolivia contra Chile en la corte de La Haya.
“El reconocimiento a Garzón fue producto del trabajo que ha hecho en materia de seguridad y en contra de la impunidad en materia global y, en particular, el caso que todos conocemos del juicio a Pinochet y no por otras gestiones que él haya realizado como jurista”, dijo el presidente este martes.
“Este es un momento importante para reflexionar en conjunto sobre la importancia y el valor que le damos a la democracia ante los riesgos que esta enfrenta desde todos los sectores y, ojalá, el respeto irrestricto que tengamos en toda época, en todo lugar, independiente del Gobierno, ante los derechos humanos, que finalmente quienes terminan sufriendo son las personas más vulnerables”, agregó.
Los 50 años del golpe de Estado
En medio de su gira por Europa, además de lo ocurrido con Baltasar Garzón, el presidente Gabriel Boric hizo un llamado a los partidos políticos y, en especial, a la oposición para comprometerse a firmar una propuesta conjunta en el contexto de la conmemoración de los 50 años del golpe de Estado.
“Siempre hay quienes tratan de buscan justificaciones, según el contexto, del quiebre de la democracia y creo que el quiebre de la democracia en un Gobierno legalmente constituido es inaceptable”, había dicho el mandatario en España.
Esta iniciativa encontró el rechazo en la derecha, donde aseguran que el mandatario quiere instalar una verdad. “Nosotros no estamos disponibles para firmar ningún acuerdo que se escriba con la mano izquierda, con una visión sesgada y coaptada por el Partido Comunista, con una visión de pasado… Boric está acostumbrado a invitarnos desde el extranjero a hacer acuerdos y pactos para quedar como un gran líder conciliador”, dijo el diputado Frank Sauerbaum (RN).
Al respecto, el mandatario afirmó: “Yo me pregunto cuál sería la verdad oficial que la oposición cree que como Gobierno queremos imponer. El 11 de septiembre de 1973 se realizó un golpe de Estado que terminó con la democracia y dio paso a una dictadura brutal y asesina de 17 años”.
“Eso creo que es algo que ensombrece la historia patria, es algo triste de lo que no cabe vanagloriarse… Es un consenso razonable, es un consenso mínimo al cual espero podamos llegar, sin hacer interpretaciones históricas. Acá no me interesa imponer una versión oficial, no tengo las condiciones para aquello”, declaró desde Bruselas el mandatario.
“Ojalá todos fuéramos capaces de decir que no queremos que vuelva a suceder y que los problemas de la democracia se tienen que solucionar con más democracia y no con menos… Independiente de las grandes diferencias políticas y desacuerdos que podamos tener, que nada justifica violar derechos humanos de nuestros adversarios políticos”, cerró Boric.