Lobby de las comunidades residentes: cómo el conflicto palestino-israelí presionaría al Gobierno
Pese a las eventuales presiones de los colectivos judíos y árabes, expertos destacan las buenas relaciones del país con ambas partes en conflicto.
Los expertos coinciden en que puede haber presiones al Gobierno, lo que traería consecuencias en cualquiera de las dos posiciones. AGENCIA UNO/ARCHIVO.
Más allá de las cuatro víctimas israelíes de origen chileno, los expertos esperan que el conflicto entre Hamás e Israel termine afectando de alguna manera a nuestro país, ya sea en la política interna o en el plano internacional.
En ese sentido, el experto en defensa y seguridad, Cristián Garay, indica que el Ejecutivo podría recibir presiones tanto por parte de los colectivos judíos como de los árabes y palestinos “que tienen influencia y que ejercen una acción de lobby“.
“Yo creo que una presión frente a Israel sería leída inequívocamente como una forma de antisemitismo, y eso es evidente. Pero un viraje a la posición israelí también le traería algún tipo de costo por parte de la base del Frente Amplio y del Partido Comunista“, asegura el académico de la Universidad de Santiago.
Sin embargo, Garay apunta que “lo que sí podría perjudicar a nuestro país es la multiplicidad de vocerías. La vocería de las relaciones internacionales no solo la absorbe impropiamente el presidente (Gabriel Boric), sino que además la está asumiendo la ministra secretaria general de Gobierno (Camila Vallejo), lo cual no corresponde”, indica al respecto.
Posibles presiones hacia el Gobierno
Por su parte, el secretario de estudios de la Escuela de Historia de la Universidad Diego Portales, Pablo Álvarez, apunta que “puede que el Gobierno del presidente Boric reciba presiones para que sea más contundente en contra de Hamás. Pero, a la vez, el Gobierno no querrá tener una posición antagónica con respecto a los palestinos”.
El académico descarta que el impasse vivido hace unos meses con el embajador de Israel pueda generar algún inconveniente en la actualidad.
“Creo que las relaciones entre Chile y Israel y entre Chile y Palestina son suficientemente profundas como para que no sufran daño por por estas cosas”, asegura.
“Chile tiene una historia como de neutralidad, de tratar de estar bien con ambas partes“, recuerda Álvarez.
En tanto, el docente de la USACH descartó que el conflicto vaya a influir en el país a raíz de un eventual alza del precio del petróleo.
“Dudo que los precios del petróleo vayan a escalar tanto. Siempre que hay algún conflicto en el Medio Oriente los precios fluctúan un poco, pero no va a ser mucha la fluctuación” por el conflicto, ya que ni Israel ni Palestina tienen petróleo, asevera.
Respecto de la posibilidad de que Chile juegue un papel más activo en la solución del conflicto, Pablo Álvarez lo ve difícil “porque somos un país que no tiene mucho peso internacional. Pero tanto Chile como América Latina deberían tratar de trabajar por soluciones diplomáticas y pacíficas”, concluye.
