“Un Sueño Hecho Navidad”: Aldeas Infantiles SOS lanza crucial campaña navideña
La misión es recaudar fondos para entregar una Feliz Navidad a niños, niñas y adolescentes, jóvenes y familias que reciben el apoyo de la organización.
La navidad es una fecha emotiva, donde se reúne la familia a compartir, cenar y agradecer. Pero en Chile, y según cifras del Servicio Mejor Niñez, hay más de 4.700 niños y niñas separados de sus familias, viviendo en programas residenciales, como los que cuenta Aldeas Infantiles SOS desde Arica a Ancud.
Por más de 58 años, la organización sin fines de lucro ha entregado cuidado transitorio, protector y de calidad para niños, niñas, adolescentes y jóvenes, que han vivido graves vulneraciones de sus derechos, y que fueron separados de sus familias, mientras trabaja en la prevención de situaciones de riesgo en comunidades frágiles.
Para el director de la organización, Osvaldo Salazar, esta campaña es fundamental. “Si bien hacemos todos los esfuerzos para que los niños y niñas que tengan alguna posibilidad de vivir estas fechas con sus familias, lo hagan. De igual forma hay quienes no cuentan con redes de apoyo familiar y vivirán esta nochebuena con nosotros. Es por ello y por los más de 1.300 niños y familias que atiende Aldeas Infantiles SOS a lo largo de Chile, es que estamos lanzando la campaña “Un Sueño Hecho Navidad”, la cual busca invitar a la gente a unirse al trabajo de la organización a través de múltiples formas”.
¿Cómo apoyar a los niños y sus familias?
La organización cuenta con tres opciones. La primera es ingresando a www.unsueñohechonavidad.cl donde las personas podrán entregar una donación por única vez, para apoyar a que los niños y niñas cumplan no solo sus sueños de navidad, sino también sus deseos para la vida.
Otra alternativa es mediante el “Bazar con corazón”, se trata de una tienda digital simbólica, donde pueden aportar desde cenas navideñas, hasta otros regalos que los niños desean para estas fiestas.
Y, por último, siempre está posibilidad que las personas y las empresas se conviertan en Socios y puedan aportar de forma mensual y permanente en la vida de los niños que están creciendo separados de sus familias.
“Sabemos que la crianza también es un desafío para cualquier familia, por eso también, estamos presentes en territorios de alta vulnerabilidad social, donde trabajamos para prevenir que los niños ingresen a programas residenciales como éstos y llegar antes a intervenir las problemáticas”, comentó el director nacional.
Además, todo lo reunido le permite a Aldeas Infantiles SOS continuar trabajando en el arduo trabajo de reintegración familiar, para que los niños y niñas regresen con sus familias, pero no la misma familia que perdió sus cuidados, sino una familia recuperada y fortalecida.
Son miles de historias que dan vida a la labor de Aldeas Infantiles SOS en el país. Gabriel y Josy relatan sus sueños para esta navidad.
‘Mi sueño es pasar la navidad con mi papá’
Gabriel llegó hace siete años a la Aldea de Quilpué, y aunque disfruta la navidad en la Aldea junto a sus tres hermanos, para él nunca nada será igual a pasar estas fechas con su papá.
Al visitar la Aldea de Quilpué, Gabriel resalta automáticamente por su hospitalidad, disposición para hablar de cualquier cosa y su buen sentido del humor. Tiene 13 años y lleva siete de ellos viviendo en la Aldea junto a sus tres hermanos, con quienes ha podido mantener lazos familiares, que según expresa, no son suficiente para él, especialmente durante las fiestas, época en la que más extraña a su papá.
Gabriel es un adolescente reflexivo, que está muy consciente de su historia de vida, y de lo que quiere para su presente, que se reconozcan sus logros tanto como se resaltan sus errores, “nosotros nos esforzamos harto para portarnos bien… pero hay veces que la gente igual se aburre, y yo a veces me aburro y me da por portarme mal, pero después me arrepiento…”, contó.
Le gusta el skateboard, una disciplina que empezó a explorar desde los 11 años y que le sirve para relajarse en los momentos en los que le cuesta manejar sus emociones, y diciembre es uno de esos momentos, porque, aunque sabe que en la Aldea se pone todo a disposición para que todos los niños, niñas y adolescentes pasen una feliz navidad, él tiene otros sueños en estas fechas especiales.
“Los regalos a mí de verdad no me interesan, yo lo que quiero es pasar tiempo con mi papá, y aunque aquí en la Aldea igual están mis hermanos, no es lo mismo, porque no están tus padres y eso igual es importante, porque la Navidad no se trata de los regalos, se trata de estar en familia…”.
Josy: Bailarina y Soñadora
Es una líder innata en la Aldea Pillán en Santiago, donde vive desde hace siete años, y desde donde se prepara para alcanzar su sueño de estudiar teatro y ser una gran bailarina.
La Aldea de Pillán en Santiago, ha sido el hogar de Josy durante los últimos siete años, tiempo en el que se ha convertido en una adolescente risueña, llena de sueños y pasión por las artes, en especial el baile y el canto, que la motivan a planificar su futuro y trabajar hoy para construirlo.
Josy ha forjado grandes conexiones emocionales, especialmente con sus cuidadoras, a quienes ve como sus mayores referentes afectivos. Por decisión propia ha preferido mantenerse alejada de su familia biológica, con quien prefiere no tener contacto.
Su situación familiar ha hecho que se enfrente a sus propios desafíos emocionales, sin dejar de ser una adolescente llena de sueños, que tiene muy claro sus planes para el futuro. “Desde que tengo memoria siempre me ha gustado el teatro, el baile, el canto, el ballet, todo lo que tenga que ver con las artes, por eso deseo aprender inglés o coreano, para viajar a Estados Unidos o Corea del Sur, porque mi mayor sueño es ser bailarina o actriz, y me gustaría irme a Hollywood, a actuar allá, o si no ir a Corea del Sur, porque me gusta el K-pop y el K-drama”, confesó con ojos llenos de brillo al hablar de sus sueños.
Josy quiere hacer las cosas bien, por ello dice querer estudiar teatro para luego dar el gran paso e irse fuera de Chile, y para lograrlo, utiliza sus talentos en repostería, para hacer queques y muffins, con los que logra juntar algo de dinero que va directo a su ‘chanchito’, una alcancía en la que está ahorrando desde ya, para a los 18 años pagarse su carrera.
A sus 15 años parece tener muy claro cada paso que da para alcanzar su sueño, en el que no se vislumbra construyendo una familia, pero sí rodeada de personas que la quieran y a las que ella quiera, pero también reconoce que hay niños con sueños distintos a los de ella.
“Muchos niños que yo conozco les gustaría tener una familia, por eso me gustaría que tuvieran una familia, y si es que no la llegaran a tener, me gustaría que ellos hagan su propia familia, éste es mi sueño de navidad para los niños que viven conmigo en la Aldea”, expresó Josy.
Como Josy, muchos niños, niñas, adolescentes y jóvenes que participan en Aldeas Infantiles SOS Chile, tienen grandes sueños para su vida, la mayoría de ellos asociados a planes personales para el futuro o la ilusión de volver al lado de sus familias. Todas historias y deseos que revelan la fortaleza y determinación con la que adolescentes como Josy, van superando obstáculos, mientras baila hacia sus sueños con esperanza y alegría. Su historia nos recuerda que cada niño merece un hogar lleno de amor y oportunidades para alcanzar sus sueños.
En Chile, Aldeas Infantiles SOS tiene 14 programas de acogimiento residencial donde viven cerca de 400 niños, niñas y adolescentes, que, en navidad, recibirán un regalo y tendrá una cena con sus compañeros de casa y sus cuidadores. Sin embargo, para que esto sea posible, se necesita el aporte de personas y empresas comprometidas con la niñez.
El trabajo diario que realizan los profesionales de Aldeas Infantiles SOS Chile está enfocado en prevenir vulneraciones de derecho en comunidades, y lograr que cada niño que ha vivido vulneraciones, alcance bienestar, pueda ejercer plenamente sus derechos y se desarrolle integralmente, mientras se le acompaña desde un perspectiva familiar y terapéutica, se le restituyan sus derechos, se revinculen familiarmente o logre una alternativa familiar definitiva, y si no es posible, se prepare satisfactoriamente para la vida independiente.