Ayer domingo se estrenó el primer capítulo de la nueva temporada de MasterChef Chile, con nuevos jueces y también nuevos concursantes.
Chris Carpentier, Fernanda Fuentes y Jorge Rausch son el renovado jurado del programa dedicado a la cocina, quienes además de jueces, también se transformarán en mentores de los participantes como ya se ha visto en las ediciones anteriores.
En el primer episodio, la dinámica siempre es escoger a los concursantes que pasarán a ser parte del programa. Para conseguir un cupo, debían cocinar una preparación frente a ellos y presentarla de la mejor forma posible. Los expertos, tras probar el plato, deciden quién pasa y quién no.
Durante esto, Chris Carpentier, el único juez que se ha mantenido desde la primera temporada, se negó a probar uno de los platos. El chef aseguró que Ignacio, uno de los concursantes, había realizado una práctica antihigiénica mientras cocinaba un plato de tortellinis con tres salsas.
“Yo voy a confiar en lo que dicen mis compañeros“, le dijo Carpentier, ya que los otros dos jueces, Fernanda y Jorge, calificaron de manera positiva el plato de Ignacio. “Pero hay algo que yo vi y que al parecer a ellos se les pasó mientras miraban al resto. Y es algo que yo no permito en una cocina“, señaló.
El chef le reprochó que “tomaste uno (tortellini), lo mascaste y lo tiraste de vuelta a la olla. Para mí eso es imperdonable. Ni siquiera lo voy a probar, es un asco“.
Sin embargo, el hombre consiguió un cupo en el programa gracias a Rausch, que le aseguró que “sé que me voy a arrepentir, pero voy a apostar por ti”.
