Los cuestionamientos a la efectividad de los globos de vigilancia para combatir la delincuencia
El especialista en seguridad pública de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, sostuvo que el instrumento es “perfectamente reemplazable por los postes que se colocan en determinados espacios públicos o a la orilla de los edificios”.
La Tercera Sala de la Corte Suprema decidió revocar el dictamen de la Corte de Apelaciones y autorizar la captación de imágenes en espacios públicos desde globos de vigilancia licitados por las comunas de Lo Barnechea y Las Condes.
No obstante, para el experto en seguridad pública de la Universidad de Santiago, Jorge Araya, la iniciativa “no es indispensable. Perfectamente, se podría cumplir esa función con los postes que se colocan en determinados espacios públicos o a la orilla de los edificios”.
Pese a que reconoció que el instrumento aporta en la disuasión y prueba de delitos “no tan graves, pero comunes”, como robos por sorpresa o hurtos, recalcó que los globos de vigilancia “no sirven para otro tipo de delitos que no sean los del espacio público”.
“Aquí hay una política efectista de estos municipios, de traer una cosa que es innovadora, que se convierta en noticia nacional. Hay una finalidad política y de marketing de poder causar noticia con un instrumento novedoso que no se había usado en Chile”, sostuvo el especialista.
Para Araya, el desafío del país es “avanzar hacia una legislación que proteja a las personas. Tenemos que proteger su libertad y vida privada. Tenemos una regulación absolutamente pobre en este ámbito”.
El experto sostuvo que la resolución del máximo tribunal del país “va a requerir normas especiales y específicas que digan relación con el uso de esto -dónde se permite y dónde no- y sobre el procesamiento y uso de esa información”, advirtiendo que “eventualmente, esto podría ser usado con otros fines, como espionaje e, incluso, extorsión”.
El académico de la Facultad de Humanidades del plantel estatal reconoció que los globos de vigilancia responden a la tendencia, a nivel mundial, de proliferación de medidas de prevención y disuasión del delito.
Sin embargo, criticó que se siga “apostando a medidas de control y punitivas, lo que se conoce como ‘populismo penal’, aumentando las penas en el código penal para dar una respuesta efectista frente a la población de que se está teniendo mano dura contra la delincuencia. Hemos invertido poco en el tema de fondo, que es la prevención social”.
“Si el delito ocurre y la delincuencia existe es porque se relaciona con determinados problemas sociales que tenemos que abordar, como la pobreza, la marginalidad, etcétera”, concluyó.