Aguas Andinas presenta un aumento de 19% en plan de inversión respecto a igual período de 2022
La empresa de servicios medioambientales destacó también que los resultados muestran una mejora respecto de 2022 y consolidan la senda de recuperación de los niveles previos al período de pandemia.
Aguas Andinas entregó los resultados de sus estados financieros correspondientes al cierre de septiembre de 2023, en los que destacó un importante crecimiento en la inversión comparando el mismo período del año anterior, pasando de los $86.952 millones a los $103.135 millones en el actual ejercicio.
“Hemos continuado con el esfuerzo inversor destinado a nueva infraestructura sanitaria para ampliar y diversificar la disponibilidad de fuentes que velen por un suministro seguro en la ciudad, que al cierre de septiembre de 2023 alcanza los $103.135 millones, representado un aumento de 19% respecto de lo invertido en igual período en 2022”, apuntó Miquel Sans, CFO de Aguas Andinas.
“Dicho esfuerzo ha dado sus frutos al sortear fenómenos extremos sin interrupciones del servicio en la ciudad, aún en condiciones climáticas extremas”, añadió.
Otro aspecto para resaltar es que la compañía mantuvo un crecimiento sostenido del EBITDA, alcanzando los $231.195 millones al 30 de septiembre de 2023, lo que representa un aumento de 9,2% respecto del mismo periodo de 2022, y una sólida generación de flujo de caja, lo que ha permitido mantener el endeudamiento alineado con los objetivos estratégicos de la compañía.
Adicionalmente, Aguas Andinas dio cuenta que durante el ejercicio la utilidad neta llegó a los $96.482 millones, recuperando progresivamente los niveles presentados previos a la pandemia, impulsado también por la moderación que registró la inflación del período. En esa línea, la Compañía sigue manteniendo una robusta posición de caja al cierre de septiembre del ejercicio 2023, el cual sigue siendo superior a las necesidades de caja mínima, y que permitirá asegurar el desarrollo del plan de inversiones previsto para este ejercicio.
La empresa de servicios medioambientales remarcó que sigue reforzando su resiliencia, gestión y planes de inversión en Santiago para hacer frente a los efectos del cambio climático y la escasez hídrica que atraviesa la zona central por más de 14 años, desafío para el que recientemente lanzó Biociudad, un completo mix de proyectos y soluciones para mitigar los efectos de la contingencia climática.
Bajo esta nueva estrategia, Aguas Andinas contempla inversiones cercanas a US$ 800 millones, los que se suman a los más de US$255 millones ya invertidos en planes de resiliencia y modernización de plantas, hecho que proyecta una inversión superior a US$ 1.000 millones para enfrentar el cambio climático hacia el 2030.
La nueva hoja de ruta de la compañía se basa en cinco pilares estratégicos; resiliencia; nuevas fuentes; mayor aprovechamiento de aguas subterráneas; soluciones basadas en la naturaleza y uso responsable.
Contexto más favorable
La moderación en la inflación a septiembre de 2023 impactó positivamente en los resultados financieros de la compañía. Así, el índice acumulado en Chile al 30 de septiembre de 2023 alcanzó 3,3% versus un 10,8% a igual fecha de 2022, lo que influye positivamente en la reajustabilidad de la deuda financiera en Unidad de Fomento (UF), registrándose por este concepto un menor gasto por $63.971 millones.
Respecto de los costos, estos se vieron impactados por el efecto de arrastre de la inflación por $9.753 millones, debido principalmente a mayores costos de mano de obra, materiales de construcción, contratos de servicios en UF y reajustes de remuneraciones. A septiembre de 2023, el índice acumula un incremento de 5,1% en doce meses móviles. Asimismo, se consideran los costos de operación por la entrada en funcionamiento de nuevas instalaciones y activos, así como el costo de venta asociado al crecimiento de los ingresos no sanitarios.
Finalmente, Fitch Ratings en abril e ICR en noviembre de 2023, ratificaron la clasificación local de solvencia y emisiones de deuda pública de Aguas Andinas en AA+ con perspectiva estable, mientras que Standard & Poors ratificó en septiembre su clasificación internacional A- con perspectiva estable, fundamentada en el perfil sólido de negocios de la compañía, crecimiento de ingresos, inversiones en producción y autonomía para robustecer el suministro, y un perfil crediticio conservador y estable en el tiempo, con un flujo de caja operativo que le permite financiar el reparto a sus accionistas y buena parte de sus inversiones.