Cinco sencillos tips que pueden mejorar la vida sexual de las mujeres
Una copa de vino al día puede ser fuente de infinita alegría, entre otras cosas científicamente probadas.
El deseo femenino ha sido analizado por una serie de estudios de las más prestigiosas universidades del mundo. Acá los dejamos con algunas de sus soprendentes conclusiones para que puedan llevar una vida más feliz y placentera.
Chocolate sexual
Según The Journal of Sexual Medicine, las mujeres que comen una pequeña barrita de chocolate al día, tienen más ganas de tener sexo y sus relaciones serían más placenteras.
Yoga flame
Aunque parezca un poco obvio, se necesitó de científicos de Harvard para comprobar que la práctica de yoga pone a las muchachas de todas las edades más flexibles, entusiastas y deseosas. Además se ha demostrado que posiciones como la de la foto (Marjaryasana en sánscrito, conocida como la postura del gato) es un muy sano ejercicio contra la escoliosis.
La comida no es amor
La investigadora Katherine Esposito de la Universidad de Napoles junto a un grupo de colegas determinó que la alta ingesta de grasas saturadas y colesterol iba en directo desmedro de la excitación, los orgasmos y el deseo sexual femenino. Asimismo logró asociar la disfunción sexual femenina a la diabetes y a la obesidad.
Leer es sexy
En un estudio realizado con más de mil parejas de hermanas gemelas, los profesionales de Kings College de Londres que las que tenían mayor capacidad para lidiar con los sentimientos propios y ajenos tenían casi el doble de orgasmos que las que no tenían tan desarrollada su inteligencia emocional.
Si te invito una copa
Para este experimento los sacrificados científicos de la Universidad de Florencia convocaron a 800 mujeres de entre 18 y 50 años para comprobar una teoría: sospechaban que una copita al día de vino estimulaba el deseo sexual femenino. Y bueno, estaban en lo cierto. Aunque no se desclasificó si los estudios habían derivado en desenfrenadas fiestas, sí se concluyó que la intuición era correcta ya que el antioxidante aumentaba el flujo de sangre en zonas clave del organismo.