Estudio proyecta que al 2025 faltarán 32 mil profesores idóneos en Chile
Elige Educar detectó que en seis años más, alrededor del 15% de quienes harán clases, serán profesionales que no son profesores formados en la disciplina que imparten, lo que podría impactar directamente en el proceso de aprendizaje de miles de alumnos.
¿Quiénes hacen clases en Chile y cuántos profesores se necesitarán en el futuro? Con esa pregunta, Elige Educar analizó todas las horas de clases impartidas en el país y cuántas de ellas se entregan por profesores titulados en la disciplina que enseñan. Tras esto, el estudio proyectó que al 2025 faltarán 32.166 profesores con la formación requerida en todo el país, lo que representa alrededor del 15% de todos quienes harán clases.
De ellos, 45% son docentes de asignaturas transversales a todos los niveles (como Inglés, Tecnología y Música), 43% de Educación Media y 12% de Educación Básica. Esto significa que en los próximos años faltarán profesores idóneos para impartir sus asignaturas en todos los niveles de enseñanza, y a lo largo de todo el país. Las regiones más afectadas son las del norte, particularmente Atacama, para la cual se proyecta un déficit de un 42% de los docentes requeridos para el 2025.
Esta proyección equivale a más que cuadruplicar el déficit actual que ya llega a 6.898 profesionales que están haciendo clases y que no son profesores especializados en su disciplina. Esta cifra implica que alrededor del 3% de los profesionales que hacen clases no son profesores idóneos. Y, aunque están habilitados por ley para ocupar esa vacante cuando el establecimiento demuestra que no logró encontrar al docente respectivo, la evidencia internacional muestra que los docentes idóneos tienen mejores resultados en los aprendizajes de los estudiantes.
El mayor desafío se genera cuando se realiza la proyección a futuro, que revela que el déficit de docentes idóneos se va a cuadruplicar y ¿Qué explica esta proyección de déficit de profesores idóneos para los próximos años? Por un lado, la caída de matrícula total de pedagogía, que se debe a que hoy hay mayores exigencias para las instituciones que imparten la carrera. Y, por otro lado, el aumento de horas para que los profesores puedan preparar mejor sus clases obliga a contratar más maestros, en un contexto de menor número de egresados.
“En la última década, diversas políticas públicas han impulsado cambios que son muy positivos para la profesión docente, pero que requieren que aún haya más atracción y valoración por esta carrera. La base para mejorar la calidad de la educación son los docentes, por lo que el déficit de profesores idóneos proyectado se convierte en uno de los principales problemas que debemos enfrentar en la próxima década para mejorar la calidad de la educación”, enfatizó Joaquín Walker, director ejecutivo de Elige Educar.
Propuestas para evitar el déficit
Para evitar el déficit que se proyecta a 2025, Elige Educar sostiene que es necesario trabajar en torno a tres ejes: aumentar la matrícula de estudiantes de pedagogía, disminuir la deserción de profesores en ejercicio (sólo en 2014 desertaron más de 10 mil profesores), y reinsertar a los profesores que se han ido.
“Sin necesidad de retroceder en las buenas políticas que se han implementado en la última década, podemos tomar una serie de acciones adicionales que avancen en evitar el déficit”, explicó Joaquín Walker. En esa línea, se proponen las siguientes medidas:
- Fortalecer Beca Vocación de Profesor (BVP): Se propone repotenciar esta política de atracción de jóvenes con alto desempeño académico, mejorando las condiciones de devolución y otorgando beneficios adicionales a sus becarios, tales como entregarles un puntaje adicional en sus postulaciones a Becas Chile, Conicyt y concursos de Alta Dirección Pública. Además, se propone crear una modalidad especial para Educación Parvularia.
- Vocaciones tardías: Reactivar mecanismos de financiamiento para licenciados de otras disciplinas que deseen continuar estudios en pedagogía, a través de restablecer la Beca Vocación de Profesor tipo III, la cual promovía cursar Programas de Formación Pedagógica.
- Aumento de cupos en las carreras de pedagogía: Se propone que el Estado realice convenios con universidades para que aumenten cupos, recibiendo recursos para adecuar infraestructura y planta académica.
- Apoyo durante la universidad: Desarrollar un programa de acompañamiento y orientación que responda a las necesidades de los estudiantes de pedagogía para reducir su deserción durante el estudio de la carrera.
- Homologación de títulos de universidades extranjeras: Facilitar y agilizar el proceso para profesores extranjeros validen sus títulos, velando por mantener los estándares de calidad exigidos a las instituciones chilenas.
- Plan en zonas con déficit: Facilitar contratación de docentes con un bono de relocalización para que se trasladen a zonas con déficit de educadores idóneos significativo. Esta medida puede ser implementada flexibilizando recursos de la Subvención Escolar Preferencial (SEP).
- Incentivos para docentes en contextos vulnerables: Mejorar los incentivos para retener a los docentes, a través de medidas como las asignaciones por desempeño en establecimientos vulnerables, o posibilitando que docentes que trabajan en estos contextos puedan evaluarse en menos tiempo y así avanzar de manera acelerada en la carrera docente.