“Liceo de mierda, me colapsó”: la carta que dejó joven trans antes de suicidarse por bullying
Tras lo ocurrido, su madre aseguró que "no quiero entrar nunca más a ese colegio, quiero que queden manchados con la sangre de mi hijo”.
Hace solo unos días la ciudad de Copiapó se vio remecida por la noticia del fallecimiento del joven trans José Matías de la Fuente Guevara (16), quien tomó la decisión de quitarse la vida, agobiado por el bullying que sufría en el colegio Liceo Sagrado Corazón.
Ahora se dio a conocer que el menor escribió una carta donde entrega las razones del suicidio, asegurando que el “liceo de mierda, todo su entorno, las niñas y la gente en general ahí me colapsó (…) Yo soy solo un maricón culiao, como diría… (nombre de compañera)”.
Su madre declaró en el Diario de Atacama que “como mamá puedo decir que no quiero entrar nunca más a ese colegio, quiero que queden manchados con la sangre de mi hijo”.
“De los 13 años fue cambiando. Me gustó que el Mati fuera diferente. Tengo tres hijas maravillosas y son todas diferentes. Yo igual soy diferente. No estar dentro del marco, también es bueno”, aseveró la mujer.
En esa misma línea, detalló que desde 2017 la estética del joven “estaba mucho más definida. La ropa que le compramos era más masculina. No hubo problemas con eso, todo estaba dentro de lo que quería. Me dijo que aros ya no, porque no corresponde y me dio pena porque se los puse cuando nació y yo le dije que yo los quería tener y nos abrazamos y todo bien. Una vez me contó que había tratamiento para su transición, se había informado”.
“Estaba mucho más definida. La ropa que le compramos era más masculina. No hubo problemas con eso, todo estaba dentro de lo que quería. Me dijo que aros ya no, porque no corresponde y me dio pena porque se los puse cuando nació y yo le dije que yo los quería tener y nos abrazamos y todo bien. Una vez me contó que había tratamiento para su transición , se había informado”, agregó.
Sobre la situación que vivía su hijo en el colegio, relató que “mi hijo siempre se sintió marginado, se notaba que con suerte tenía dos amigas en la sala (…) Pasaba muchas horas en el colegio. Muchas horas de exponerse a miradas, comentarios burlas, Eso se lo comió”.
“Hice un grupo de Whatsapp de los apoderados de curso y cuando pasó esto (el suicidio), los papás se salieron del grupo y quedé solo yo. Esta gente fue la que crió a las personas que hicieron esto. A veces no son palabras, son actitudes”, cerró.