Transformación productiva y crecimiento: la discusión que congregó a Andrés Velasco y Óscar Landerretche en la UDLA

Mientras las proyecciones de crecimiento de la economía chilena siguen ajustándose, ya que -según los últimos resultados de la Encuesta de Expectativas Económicas del Banco Central- se estima que el PIB del país se expandirá tan sólo un 2,6% este año, es decir, una décima menos que lo presupuestado en julio, el debate sobre cómo retomar una senda de crecimiento significativo y sostenido se toma la agenda.

Dentro de este contexto, se realizó este viernes en el campus Providencia de la Universidad de las Américas (UDLA) el seminario “Transformación productiva para Chile: nuevos caminos para volver a crecer”, el cual tuvo como expositores a Andrés Velasco, economista, ex ministro de Hacienda, ex candidato presidencial y actual decano de la Escuela de Políticas Públicas del London School of Economics; al presidenciable Óscar Landerretche, economista, ex presidente del directorio de Codelco y actual profesor titular de la Universidad de Chile; y a Mónica Retamal, directora ejecutiva de Fundación Kodea.

Durante la jornada, los expositores analizaron la situación actual de Chile y las razones detrás de las moderadas cifras de expansión económica, así como también las posibles soluciones a dicha problemática.

“El gran fracaso de Chile en los últimos 50 años, en todos los gobiernos, de todos los colores, es que la canasta exportadora no ha variado prácticamente nada. Y por contraste, si yo miro los países que realmente han despegado, como Irlanda, donde una generación atrás Irlanda era el país más pobre de Europa y estaba en una cuasi guerra civil, Irlanda era un país agrícola que tenía muchas ovejas y hoy 30 o 40 años después es el principal exportador de softwares de Europa, es el principal exportador de medicamentos de Europa, tiene una industria de tecnología extraordinaria, es decir, la economía se reinventó. Entonces, se trata de sacar recursos donde la productividad se estanca y los pongo en algo distinto”, planteó Andrés Velasco.

Siguiendo esta misma línea, Óscar Landerretche señaló a El Dínamo que lo recomendable sería primero “identificar las tendencias y los peligros globales que estamos enfrentando, como por ejemplo, el calentamiento global y la revolución en tecnologías eléctricas, y convertirlo en la manera en que uno estructura una política de desarrollo”.

Esto último, considerando que “lo que tenemos que hacer es que nuestra economía sea una economía que vuelva a crecer de forma muy fuerte, pero que crezca teniendo los atributos éticos, ambientales y sociales del país que queremos. Y yo creo que los desafíos ambientales globales, los desafíos éticos del capitalismo contemporáneo nos dan señales de cómo hacerlo. Pero eso requiere políticas públicas, requiere un Estado con una mirada mucho más estratégica que en Chile no ha habido, requiere de un empresariado más preocupado del largo plazo que del corto plazo”, agregó Landerretche.

El rol de la educación

Por su parte, Mónica Retamal planteó la necesidad urgente de que todos se suban a la IV Revolución Industrial, principalmente en el ámbito de la educación. “Vemos habitualmente a un profesor repitiendo contenido, y la verdad es que ese es un modelo de enseñanza que no sintoniza con la nueva realidad”.

Y es que si la apuesta es a crecer y a diversificar la industria, se requiere a su vez de personal capacitado para ello, y ahí es donde el rol de las instituciones educacionales cobra especial protagonismo.

“Tenemos que avanzar en la instalación de otro tipo de conversación, que nos proyecte más hacia cuáles son los desafíos que tenemos nosotros como formadores para que Chile pueda contar con las personas, con los profesionales, con el capital humano que se requiere para el futuro, pero más en concreto”, señaló a El Dínamo Pilar Romaguera, rectora de la UDLA.

Pero, “¿cómo logramos una transformación? Nosotros llevamos bastante tiempo con una composición de un alumnado que es muy diverso, y en ese sentido hemos estado experimentando temas que a lo mejor otras universidades están experimentando recién a causa de la Gratuidad. De igual forma, lo primero es asumir las deficiencias de nuestros estudiantes cuando ingresan a la universidad, luego requieres de un acompañamiento durante todos los años de estudio, y después de eso cuando egresen, porque le van a faltar las redes, las redes apropiadas para ingresar al mundo laboral”, detalló Romaguera.

Dentro de este escenario, la rectora de la UDLA destacó que cuentan con programas de acompañamiento a largo plazo, además se prepara a los alumnos en competencias tecnológicas, en inglés y también en habilidades blandas.