El peso de la ansiedad y la incertidumbre frente a la Prueba de Transición
Miles de estudiantes se enfrentarán a un proceso nuevo en medio de una pandemia y tras meses de clases online. La distribución de los tiempos, el descanso y la información son claves para el proceso que comenzará en enero.
El próximo 4 de enero se dará inicio a la rendición de la Prueba de Admisión Transitoria (PAT), también conocida como Prueba de Transición 2021, la que se realizará en medio de la incertidumbre generada por la pandemia del coronavirus.
Tras meses de clases online, los postulantes a las instituciones de educación superior se enfrentarán a un nuevo proceso, el que no solo estará marcado por las novedades en los contenidos, sino que también en un contexto complejo debido al estrés adicional generado por la crisis sanitaria y económica.
Estos elementos serán parte del peso que tendrán que cargar los estudiantes, quienes tampoco tienen una certeza sobre cómo será su vida de universitario durante el próximo año.
La programación a la hora de estudiar, la distribución de los tiempos y la contención del entorno son algunas de las formas en la que la ansiedad y los temores pueden hacerse más livianos.
El difícil año para rendir la prueba
Natalia Torres, coordinadora del área educacional de la carrera de Psicología de la Universidad Andrés Bello, conversó con EL DÍNAMO sobre la complicada situación que ya están viviendo los estudiantes a un mes de la rendición de la prueba, que se realizará entre el 4 y 8 de enero con dos grupos de alumnos.
La especialista afirmó que “ya es una situación de ansiedad salir del colegio y enfrentar el paso a la educación superior, y ahora todo es más estresante si se considera la pandemia”.
Torres señaló que en estas semanas previas los estudiantes podrían tener trastornos en su estado de ánimo y un aumento de la sintomatología vinculada con la depresión, especialmente en los adolescentes. “La mayoría de los factores estresantes no tienen que ver tanto con los estudiantes, sino que con el contexto que estamos viviendo”, aseveró.
La incertidumbre no se radicaría totalmente en la Prueba de Transición, ya que también consideraría lo que ocurre después. “Muchos no saben cómo va a ser su paso a la educación superior, si van a seguir en clases online o no. También está el factor económico, qué se va a hacer de ahí en adelante”, expresó.
La psicóloga señaló que tanto los hechos ocurridos durante el estallido social -con la compleja aplicación de la última PSU a inicios de 2020- y los cursos en línea obligatorios por la pandemia hicieron que este año fuera diferente, por lo que se debe abordar desde esta forma.
“Algunos estudiantes dejaron sus carreras porque no pudieron integrarse de buena forma a las clases online, por lo que debemos tener mucha atención con eso”, añadió.
El apoyo y los hábitos de estudio
A un mes de la prueba, la preparación de los alumnos estará marcada por las proyecciones de las autoridades sanitarias, que estiman un posible rebrote del COVID-19 tras las fiestas de fin de año. Aquello podría agudizar aún más los temores y ansiedades normales del proceso de admisión.
Torres señaló que una señal para aminorar estos efectos sería con la entrega de certezas para los estudiantes, lo que implica una entrega de información constante por parte de las autoridades de Educación.
“El mantenerse informado del proceso y las medidas es importante. Si bien no hay sobreexponerse a la información, es necesario tener claridad de todas las adecuaciones de la prueba”, añadió.
La académica planteó que por la pandemia “se asume que hubo una baja en la entrada de los contenidos”, por lo que aconsejó a los alumnos “estudiar lo que vieron durante el año y aplicar algunas técnicas y hábitos”.
“Es bueno ponerse metas pequeñas cada día y no pensar todos los días en la meta grande (la prueba). Se pueden leer 20 páginas de un contenido por día e ir avanzando de a poco. Pensar todos los días en la meta principal te complica. Y siempre hay que ponerse metas realistas, concretas y cortas, las que en su conjunto permitirán llegar al final”, expresó Torres.
En ese sentido, la psicóloga afirmó que la elaboración de un calendario podría entregar una guía para planificar los estudios.
Desde lo emocional, también es importante exponer toda la incertidumbre que aparece con la Prueba de Transición. “Es importante conversar con la familia, con los amigos, compartir experiencias con compañeras y compañeros, tener un tiempo de descanso, transparentar la angustia que se está sintiendo, abordar diversos temas del futuro y revisar todas las posibilidades”, explicó la profesional.
“En general, al enfrentarnos a cualquier tipo de evaluación, se debe considerar que es solo un aspecto para medir los conocimientos de un estudiante. Este es un proceso complejo, que no tiene un nivel de comparación con el de los otros años. Aunque es un hito importante, no debería haber presión, porque se tienen que ver todas las alternativas”, cerró.