El monitoreo que busca revertir el retroceso del aprendizaje de lectoescritura en niños
La Fundación Sara Raier de Rassmuss busca aplicar los avances del programa Alfadeca, que logró que que un 95% de sus estudiantes logre niveles de lectura para su edad.
El atraso en los aprendizajes de lectoescritura en niños de primer año de enseñanza básica sigue impactando al sistema, en una situación que se agudizó tras la pandemia de COVID-19, que obligó a cerrar las escuelas y mantener los cursos de forma telemática, con un fuerte impacto entre los alumnos.
Un año antes de la pandemia, el 60% de los niños que terminaban primer año de enseñanza básica no sabían leer ni escribir, según cifras del Ministerio de Educación. Es decir, 158 mil estudiantes sufrían un rezago fundamental en su aprendizaje, el que traía consecuencias en cursos superiores. La crisis sanitaria profundizó el problema con estimaciones que aún están en medición.
La Fundación Sara Raier de Rassmuss creó el programa de lectoescritura Alfadeca, que ha logrado que un 95% de sus estudiantes logre niveles de lectura para su edad. Para los encargados de la iniciativa, uno de los factores de su éxito, sobre todo en pandemia, fue la consideración de un sistema de monitoreo permanente que permite conocer el nivel de desarrollo de habilidades de lectoescritura.
Alfadeca, que llega a 3.677 estudiantes de distintos puntos del país, impactó positivamente durante la pandemia en los colegios con que trabaja, dado que en 2021 logró que un 50% de los estudiantes terminaran como lectores y en segundo básico, el 66% se encuentre en categorías adecuadas de lectura correspondiente a su nivel gracias al monitoreo constante como también de la apropiación de esta práctica por parte de los docentes.
A pesar de las cifras, la fundación aclaró que el ausentismo escolar les permitió monitorear sólo al 79% de los estudiantes de 1° básico y al 38% de 2° básico.
Alfadeca entregó a los profesores herramientas para que monitoreen el desarrollo de habilidades de sus estudiantes planteando acciones de mejora oportunas y eficaces para alcanzar la meta, que es que aprendan a leer y escribir. Además, instaló competencias por medio de mentorías con el objetivo que los docentes vislumbren los beneficios de conocer en detalle los avances de sus alumnos.
La metodología de Alfadeca se estructura en base a pasos, planificados para cinco clases que, al finalizar cada uno, se debe monitorear y así por medio de la reflexión, poder tomar medidas que permitan avanzar. Además, por medio de las mentorías se busca apoyar a los docentes con ejercicios o acciones que aborden a los estudiantes que lo requieran para el logro del objetivo.
“Como docentes queremos lograr una evaluación formativa significativa, para saber cómo están progresando nuestros estudiantes y cómo apoyar a los que están detrás”, expresó Alix Anson, la creadora del programa.
Por lo mismo, el programa les muestra a los mismos niños en qué nivel están y, por lo tanto, la retroalimentación de los profesores es mucho más eficiente.
Pamela Balboa, supervisora de investigación y desarrollo del programa, explicó que la Fundación se planteó como objetivo para este año que las escuelas que adoptaron Alfadeca “tomen un rol protagónico dentro del monitoreo, apoyados por nuestras mentoras, de manera de lograr un proceso continuo y ordenado”.
El programa Alfadeca, que comenzó a implementarse en colegios de Cerro Navia en 2019, consiste en un método de enseñanza de la lectoescritura basado en el aprendizaje multisensorial, que instala prácticas efectivas en los docentes y un clima de mejora continua en las comunidades educativas.
Para adecuarse a la emergencia sanitaria y apoyar a más niños en su proceso de aprendizaje lanzaron Alfadeca TV, adaptación del programa a la televisión que se transmite a través de NTV y que también puede ser visitado vía internet en su canal de youtube.