Polémica por acusación de maltrato psicológico en el estreno de Master Chef 2
Uno de los participantes denunció malos tratos del jurados, luego de que criticaran su presentación personal y tiraran su plato a la basura.
“Nica voy a probar esa hueá (sic), me da asco la manera en que te presentaste”, le dijo el chef Yann Yvin al aspirante Felipe Coya, mientras el chef Chris Carpentier tomaba el plato que había preparado y lo tiraba a la basura.
Este incidente terminó en la primera gran polémica de la segunda temporada de Master Chef, programa de Canal 13 que estrenó el domingo recién pasado con éxito en redes sociales y sintonía.
El participante había preparado un “sushi criollo”, con los mismos ingredientes de una empanada. Si no lo viste, Coya fue el cocinero que se presentó con una polera sin mangas y que sudó más que político con boletas ideológicamente falsas.
“Tengo sensaciones encontradas porque quedar seleccionado entre 13 mil y tantas personas y quedar entre los mejores 40 cocineros de Chile es un logro, pero otro lado, el trato y la forma como se llevó, por lo menos con mi participación, creo que no fue la correcta. A lo mejor se cometieron errores, sin duda, pero fueron producto del nerviosismo. No fue la forma y no corresponde el trato hacia a mi o hacia nadie”, denunció el participante a CHV.
En esta línea, Coya aseguró que “la cocina es un arte y como arte tiene que respetarse y mirarse con altura de mira (sic). Los jueces tiene que saber que cada una de las personas que participamos ahí, nos dimos un tiempo, dimos lo mejor de nosotros para preparar un plato. Estuvimos más de 50 minutos cocinando para después montarlo en 5 minutos. Ese trabajo se tiene que respetar“.
La defensa
Ante las acusaciones, Yann Yvin aseguró que “es una falta de respeto hacia nosotros. ¿Cómo te puedes presentar a un concurso de cocina con el vestuario con el que estaba?. ¿Tú buscarías trabajo en un hotel o una cocina así? No, entonces por qué él lo hace en un programa de cocina donde una de las primeras reglas es la higiene”.
En este sentido, agregó que “el gallo viene con poleras sin mangas, todo transpirado, trabaja con la mano, qué más. Es una falta de respeto de él hacia nosotros”.