La Resistencia se rebela contra la “dictadura” de Rubén en la cocina de Gran Hermano
Los miembros de Gran Hermano han debido hacer frente a una cuestionable dieta basada en pan, huevos, arroz y fideos, dejando de lado opciones más saludables como sopas, frutas y verduras.
Para nadie es un misterio al interior de Gran Hermano que Rubén se autoimpuso ser el dueño de la cocina en la casa-estudio, dictando él las pautas de almuerzo, las compras en el supermercado e incluso que otra persona pueda cocinar para el resto de los participantes.
Así, los miembros de Gran Hermano han debido hacer frente a una cuestionable dieta basada en pan, huevos, arroz y fideos, dejando de lado opciones más saludables como sopas, frutas y verduras.
A esto suma los métodos poco ortodoxos de Rubén para cocinar, como echarle sal a las hamburguesas antes de freírlas en gran cantidad de agua y aceite.
Esto quedó de manifiesto al concretar la compra de supermercado de este lunes, a cargo de Alessia y Hans, donde se compraron entre otros productos, 18 kilos de harina y 5 litros de aceite, además de las ya tradicionales bandejas de huevos, excesivo para una semana de consumo.
Esto generó el enojo de los miembros de La Resistencia, Constanza Capelli y Pincoya, a los que se les sumó Rai y Fran Maira, quienes cuestionaron que las compras se hagan según la orden de Rubén, que busca traer gran cantidad de huevos para poder hacer trueque y dado que las mujeres de la casa comen menos, acapararlos para su propio consumo.
Coni cuestionó que no se llega a un consenso en la comida porque “aquí las cosas se hacen como una persona quiere y no poh. Ya llevamos varias semanas comiendo arroz, comiendo fideos, comiendo arroz, comiendo fideos y comiendo como los hombres quieren”.
“Me estreso, siento como que no se puede decir nada y siento que lo que estaba diciendo es tan fácil de entender”, cerró Coni, quien al igual que resto de la casa, deberá otra vez solo comer arroz y fideos.