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Innovación

El novedoso plan de modernización del Hospital del Trabajador que brindará un servicio de estándar internacional

Se trata de la iniciativa más importante de sus 44 años de existencia, con una inversión de 100 millones de dólares.

Ubicado en el centro del Parque Bustamante, el Hospital del Trabajador de Santiago -dependiente de la Asociación Chilena de Seguridad- tendrá una nueva cara. Esto porque durante el primer semestre de este año se iniciará un plan de modernización que contempla la renovación total de sus instalaciones. 

Se trata de la iniciativa más importante de sus 44 años de existencia, con una inversión de 100 millones de dólares. La razón del cambio: consolidar el hospital como el referente clínico de Latinoamérica en tratamiento de trauma, quemados y rehabilitación integral.

Los beneficiados del proyecto serán, al igual que hoy, los trabajadores afiliados y sus familias, quienes recibirán un servicio de estándar internacional y con la más alta calidad. En concreto, lo que va a ofrecer la nueva instalación es espacios más cómodos y amplios, habitaciones individuales y dobles con baño, mejoras en el servicio de Urgencia, Hospitalización, Centro de Atención Ambulatoria y Pabellones y aprovechamiento del parque como espacio de rehabilitación.

interior

Amigable con el medioambiente

En medio de un mundo que clama por una mayor conciencia con el medioambiente, la urbanización no puede quedar exenta de ello. La nueva edificación ofrecerá los mejores estándares en eficiencia energética para el cuidado del entorno natural. 

Por esa razón se instalarán sistemas de aprovechamiento de la luz solar, protección de radiaciones, recuperadores de energía en los sistemas de climatización, iluminación eficiente y áreas verdes interiores.


Brian Wilson, la California que fue y la que nunca será

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La música de Brian Wilson, con los Beach Boys y sin ellos, nunca fue panfletaria. Evitó Vietnam, los derechos civiles, cualquier forma de proclama. Pero eso no significa que no haya sido política. Fue, quizás, lo más político que podía cantarse en los años del desencanto: la felicidad. No como eslogan, sino como obsesión. Como utopía sonora. Como estructura espiritual.

{title} Rafael Gumucio