Chávez regresa a Venezuela con ánimo y espíritu de batalla renovados

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, regresó a su país tras someterse a la segunda etapa de terapia contra el cáncer en La Habana con energía, ánimo y espíritu de batalla para arremeter contra supuestos conspiradores nacionales e internacionales.

El mandatario llegó en la noche del sábado al domingo vestido de militar, con boina roja y el rostro notablemente hinchado, aunque de muy buen humor, lo que no impidió que arremetiera contra la oposición, a la que acusó de atacar a las Fuerzas Armadas y de conspirar contra su Gobierno en varias intervenciones transmitidas hoy por la televisión estatal

Parte de su gabinete fue a recibirlo en el aeropuerto e incluso la ministra para la Juventud, Mari Pili Hernández, guitarra en mano, le ofreció una canción acompañada por otras secretarias de Estado.

El presidente contó, animado y sonriente, que en La Habana recibió “la bomba” de quimioterapia, pero señaló que mientras tanto aprovechó para empezar a pintar un cuadro que regalará a Fidel Castro por su 85 cumpleaños, que se celebró ayer.

Más tarde el presidente intervino telefónicamente en un programa de la estatal VTV donde era entrevistado su canciller, Nicolás Maduro, y comentó que asimiló bien el segundo ciclo de quimioterapia y que de la evolución que tenga en los próximos días dependerá si continúa con ese tratamiento.

“No estamos seguros aún si hay que ir a un tercero (ciclo de quimioterapia), depende de las evaluaciones del proceso y la evolución de estos días que están corriendo”, indicó Chávez.

Aclaró que pese que aún no se siente bien, el último tratamiento de quimioterapia le produjo menos efectos secundarios que el primero, al que se sometió a mediados de julio, y especificó que no tuvo náuseas aunque si un apetito voraz.

Fidel Castro, dijo Chávez, le advirtió que no se dejara “llevar por los impulsos” pues debe seguir en el camino de la recuperación y debe limitar su actividad física y mental, recomendaciones que no le impidieron intervenir hoy mismo y durante varias horas en programas transmitidos por VTV.

El mandatario tuvo tiempo para dedicar a la oposición local y denunció que sus adversarios trabajan para lograr una intervención internacional que lo saque del Gobierno, en un eventual escenario de desconocimiento de victoria “revolucionaria” en las elecciones presidenciales de 2012.

“Están preparando el escenario para tratar de producir una intervención internacional en Venezuela y eso hay que denunciarlo desde ahora mismo y es la MUS la responsable”, dijo Chávez, quien llama a la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) “Mesa de los United States” o MUS.

Chávez advirtió que está en conocimiento de una carta que la MUD supuestamente envió al Congreso de Estados Unidos “quejándose” porque les recortaron los recursos para apoyar “la transición en Venezuela” y pidió que se inicie una investigación jurídica y política a lo que considera una “violación a la Constitución”.

Comentó, además, que la oposición también se ha dirigido “a uno de los partidos más fascistas que hay en Europa” pidiéndole abiertamente su apoyo, aunque no especificó a cuál país o partido se refería.

Estas denuncias, en las que Chávez también acusa a sus contrarios de desprestigiar al sistema electoral venezolano y a los generales “leales” a su Gobierno llamándolos “golpistas”, fueron reiteradas en comunicación telefónica a una concentración de militantes del oficialista Partido Socialista Unidos de Venezuela (PSUV).

Anunció que tenía pruebas obtenidas por los servicios de inteligencia del resurgimiento de un grupo de oficiales y militares retirados que “han salido de nuevo” para anotarse en esta supuesta conspiración y pidió a sus seguidores que hicieran “su parte” y denuncien a quienes quieran desestabilizar al país.

“Nunca más van a ganar unas elecciones presidenciales, están orgánica, política, moral e históricamente inhabilitados para ganar las elecciones presidenciales, nunca lo van a lograr y se lo vamos a demostrar el próximo año, por knockout”, sentenció el jefe de Estado.