La propaganda fue la primera “baja” de Israel en el conflicto de Gaza
Hoy en día, cualquier ciudadano, puede poner en riesgo una operación militar, ya que puede decidir con bastante rapidez lo que es falso y lo que es real. En otras palabras, es la población la que escoge la verdad. Esa es la diferencia, la misma que Hamas intuyó en Gaza, no así el gobierno de Israel.
Cristián Leporati es Se desempeña como director de la carrera de Publicidad y profesor asociado en la UDP. También es académico en la Universidad Alberto Hurtado. A su vez, es Consejero del CNCA Región Metropolitana. Posee magísters en Filosofía (UAI) y Antropología Urbana (UAHC). Complementa el desempeño académico con las asesorías en comunicación y diálogo social, es socio de Diálogo Consultores.
(NOTA: la presente columna contiene imágenes que pueden resultar demasiado fuertes para lectores sensibles.)
La palabra propaganda surgió como tal en la época de la Restauración, cuando la Iglesia Católica necesitaba expandir sus ideales hacia países no Católicos, aunque de verdad como estrategia político militar y mediática, alcanza la madurez durante la Primera Guerra Mundial.
Dicho sea de paso, Chile a lo largo de la Guerra del Pacífico empleó eficazmente esta herramienta; siendo paradigmática la foto del asalto al Morro de Arica, en donde los soldados chilenos se vistieron de peruanos – posando como difuntos – y, todos “curiosamente” mirando hacia la cámara, de acuerdo a cronistas peruanos de la época.
Como podemos adivinar, la propaganda de guerra busca hacer sentir a la opinión pública que el enemigo comete puras atrocidades e injusticias, no solo es exitista (foto del Morro) y, tal como precisa Ramonet, puede ser aún más peligrosa que el armamento “porque domina corazones y mentes” …de ahí el poder que posee.
De esta forma, tanto en la Primera como Segunda Guerra Mundial, el principal soporte propagandístico fueron los afiches, prensa escrita, radio y cine (ver ejemplos aquí); tras 1945, la televisión y en la actualidad, los medios digitales y las redes sociales. Medios que por primera vez en la historia de la propaganda, democratizan las fuentes durante un conflicto. En razón de que los emisores son múltiples, ya sean periodistas, militares, extremistas o simples ciudadanos involucrados o no en las hostilidades.
Uno de los tantos ejemplos para describir este cambio paradigmático en la comunicación del conflicto en Gaza, fue lo que ocurrió con Mohammed Omer. Un periodista palestino prestigiado que tuiteó como @Mogaza lo siguiente:
“This is no longer for ice-cream, its for bodies of dead children in #Rafahpic.twitter.com/aaY3sQfJc2 still ppl can’t move… ” (“Esto ya no es para los helados, es para cadáveres de niños in Rafah“) Y a continuación mostraba otra toma con niños en el congelador.
O la muerte de cientos de chicos:
“Mayar and Fares, killed by #Israeli tankshell for no reason” (“Mayar y Fares, asesinados por un proyectil de tanque Israelí sin ninguna razón”)
No mucho tiempo después de estos tuiteos, numerosos periodistas de televisión occidentales estacionados junto a personal de las ambulancias palestinas informaron lo mismo. Hubo inmediatez, corroboración de fuente y – con foto – evidencia.
Ahora comparemos eso con la información de la Fuerza Militar Israelí de Defensa en el barrio de Shujaiya, en donde yacían cuerpos esparcidos por el suelo:
“Shuja’iya is a civilian area where Hamas places its rockets, tunnels and command centers.” (Shuja’iya es una área civil donde Hamas instala sus cohetes, túneles y centros de comando)
“Since July 8, Hamas has fired over 140 rockets at Israel from Shujaiya.” (Desde el 8 de julio, Hamas ha lanzado más de 140 cohetes a Israel desde Shuja’iya)
Ninguno de estos tuits constituyen una defensa de, o explicación de la muerte de decenas de no combatientes. Pero en el espacio de tiempo entre ambos, surgieron cientos de imágenes desde Shujaiya a través de cuentas independientes mostrando la muerte de ciudadanos y la destrucción de viviendas e infraestructura civil. El error en cuestión, se repitió a lo largo de todo el conflicto por parte del gobierno israelí.
Este incidente como muchos otros, testimonian quién gano la guerra en la dimensión comunicacional de Gaza. Es la evidencia de un cambio masivo en el equilibrio de poder entre los medios digitales y sociales y, los antiguos canales de televisión. Medios jerárquicos en que se solía confiar para entender las guerras.
Los medios digitales han tenido tres atributos claves para este conflicto ( y los que vendrán ):
- mostrar a las personas la realidad o una versión independiente de lo que muestran las cadenas de televisión.
- los periodistas sobre el terreno están utilizando las redes sociales para informar, saltándose los procesos editoriales normales de filtraje, primando la emoción.
- se llega a la conciencia de las audiencias de forma directa, mucho más que con los medios tradicionales.
A continuación vamos a tratar de entender cada uno de estos nuevos poderes y su impacto. En una sociedad donde se supone que los medios de comunicación propenden al equilibrio e imparcialidad, aunque los medios en los Estados Unidos particularmente, han estado tradicionalmente sesgados hacia el punto de vista pro-israelí.
Netanyahu se quejó de que la estrategia de Hamas era proporcionar ciudadanos “telegénicamente muertos“. Pero en verdad donde Israel perdió los corazones y mentes de la opinión pública mundial está en los archivos JPG que fluyeron hacia millones de teléfonos móviles sin parar con miles de imágenes atroces. Más allá de la responsabilidad de Hamas y los tan mentados escudos humanos.
A su vez, Netanyahu en su propia cuenta de Twitter también comenzó a distribuir las imágenes del conflicto: pero eran infografías que supuestamente mostraban que Hamas había cavado túneles debajo de distintos barrios en Gaza. Para una generación criada en imágenes instantáneas de la realidad, las imágenes cuidadosamente preparadas de lo que piensa el poder no tienen el mismo impacto. Se ven como propaganda, no importando las evidencias que posea la autoridad. No entender eso, es pecar de una ingenuidad absurda. Seamos claros: atacar a civiles, y no evitar la muerte de estos durante los ataques militares, son delitos punibles para el Convenio de Ginebra. Como también lo fue el lanzamiento indiscriminado de cohetes contra Israel. Que ha sido descrito como un crimen de guerra por Amnistía Internacional.
En definitiva, este es el poder que los medios sociales digitales les quitaron a los gobiernos, y que se ha hecho evidente en la data del conflicto: #israelunderfire posee más de 300 mil menciones, en cambio #gazaunderattack tiene más de 6 millones (link).
El segundo gran cambio fue la capacidad de los periodistas para tuitear desde el interior de la guerra en Gaza, y sin un proceso de reporteo con edición. Cosa de que los contenidos que no se ajustaran a la política editorial, pudieran ser eliminados o al menos filtrados. En Gaza, no ocurrió esto, muchas veces los periodista ni siquiera se cuestionaron la cuenta de Hamas.
Los medios de comunicación globales, presentes en Gaza, probablemente han tenido una lógica analógica en el manejo del flujo informativo. Con políticas, procesos editoriales e incluso censurando y ideologizando informes… pero el flujo de la adrenalina digital periodística mató la lógica tradicional de los medios y, el hacer lo políticamente o ideológicamente correcto. Esto dará para profundas reflexiones tanto en las escuelas de periodismo como en los equipos de propaganda de las grandes potencias militarizadas del siglo XXI.
En tercer lugar, los nuevos medios de comunicación social impactaron directamente a los reporteros del conflicto, de modo subliminal pero fuertemente. El periodista estaba en el campo de batalla, en vivo, observando la realidad con sus ojos, pero también a través de su celular y su computador… Lo que quiero decir es que, si ustedes estaban siguiendo estos acontecimientos, que podían llegar a ser mucho más reales a través de medios de comunicación social – donde sus amigos del trabajo, conocidos, colegas, etc – estaban reaccionando en tiempo real; no como antes cuando se filtraban los contenidos a través de un boletín de noticias diarias o en vivo por medio de un móvil reporteando en terreno.
Es muy probable que la fotografía más famosa de la guerra de Vietnam es la de de la niña Phan Thi Kim Phúc corriendo quemada por el Napalm en 1972…
Frente a esta imagen, el Presidente Nixon le preguntó a su jefe de gabinete Bob Haldeman “supongo que esa imagen ha sido corregida”, a lo que Haldeman le respondió “supongo que sí”. El resto de la historia es conocida, al igual que su publicación en The New York Times.
Hoy en día, cualquier ciudadano, puede poner en riesgo una operación militar, ya que puede decidir con bastante rapidez lo que es falso y lo que es real. En otras palabras, es la población la que escoge la verdad. Esa es la diferencia, la misma que Hamas intuyó en Gaza, no así el gobierno de Israel.