La increíble historia del soldado estadounidense que se reencontró con su novia de Vietnam 46 años después
El militar retirado llegó a Ho Chi Minh el pasado 7 de enero y al día siguiente recorrió en autobús 200 kilómetros junto a otros dos veteranos y un intérprete vietnamita para reencontrarse con su antiguo amor.
A sus 68 años y tras una búsqueda de una década, el estadounidense Jim Reischl ha encontrado a su antigua novia vietnamita, Nguyen Thi Anh, de la que se separó hace 46 años al dejar de prestar servicio y regresar a EE.UU.
“Ni siquiera sé cómo me siento. Después de tantos años, de viajar a Vietnam cinco veces sin obtener resultados, ya no esperaba nada. Ha sido muy emocionante”, declaró a Efe minutos después del reencuentro en la aldea de My Luong, al sur del país.
Decenas de antiguos soldados estadounidenses han regresado a Vietnam en los últimos años en busca de hijos o novias olvidadas, pero pocos han tenido su suerte.
Reischl llegó a Ho Chi Minh (antigua Saigón) el pasado 7 de enero y al día siguiente recorrió en autobús 200 kilómetros junto a otros dos veteranos y un intérprete vietnamita para reencontrarse con su antiguo amor.
Al verse por primera vez desde 1970 en un hotel del pueblo, Reischl y Thi Anh, de 64 años, se funden en un abrazo y rompen a llorar. “Estoy muy contento de estar aquí“, musita Reischl.
Los antiguos novios pasan los primeros minutos cogidos de la mano, sonrientes, recordando su noviazgo, enseñándose fotos de juventud y tratando de reconocerse el uno al otro 46 años después.
“Ahora sí que no tengo ninguna duda: la misma voz, los mismos ojos, los mismos gestos, la misma forma de andar…”, dice.
Tras un adiós plagado de malentendidos por las dificultades del idioma (Thi Anh apenas habla unas palabras de inglés), ambos vivieron sus vidas por separado, se casaron y formaron sus propias familias.
“Le escribí una carta al volver a EE.UU., pero nunca obtuve respuesta. Ahora sé que no le llegó“, cuenta el veterano. Asentado en su país, de vez en cuando Reischl, natural de Minesotta, recordaba sus tiempos en la Fuerza Aérea en Saigón y a su antigua novia, con la que compartía una habitación alquilada cerca de la base de Tan Son Nhut.
Fue hace diez años, en plena madurez y tras divorciarse, cuando decidió iniciar por internet una búsqueda que le llevó en 2012 de vuelta a Vietnam por primera vez. La única información de la que disponía era el apodo de ella, Kim Hoa, y algunas fotos que colocó en anuncios de varios periódicos locales, pero no obtuvo resultado.
“Seguí viniendo a Vietnam porque he descubierto que me gusta mucho estar aquí, huyo del frío de Minesotta. Seguí haciendo alguna gestión, pero ya daba mi caso por imposible”, confiesa.
Su suerte cambió el pasado septiembre, cuando Thi Anh leyó un reportaje del periódico vietnamita ‘Than Nien’ en el que Reischl contaba su caso.
Se emocionó al ver la imagen de Reischl y al reconocerse a sí misma en la foto del diario, pero tardó diez días en contactar con la redactora de la nota.
“Al principio estaba enfadada. Se marchó sin despedirse y me dejó sola. El hombre vestido con el uniforme de la fuerza aérea rompió mi corazón. Pero pensé que si se ha tomado tantas molestias por encontrarme debía ayudarle“, explica Thi Anh.
Al hablar de su enojo, la mujer revela algo que Reischl sospechaba, pero nunca hasta ahora supo con certeza: ella esperaba un hijo suyo cuando él se marchó.
“Sé que me porté mal, pero entonces no creí que fuera cierto. Me asusté. Ella quería que me quedara en Vietnam y mis superiores me advirtieron de que las mujeres vietnamitas simulaban embarazos”, se disculpa él.
Fue una niña, nacida en diciembre de 1970 “con pelo de color claro”, a la que su madre nunca volvió a ver después del nacimiento. “Una amiga se la llevó a su casa para cuidarla mientras yo me recuperaba en el hospital. Cuando fui a buscarla se había escapado con la bebé. No la volví a ver. No sé si está en Vietnam o en otro país”, relata la mujer.
Reischl, que planea quedarse en Ho Chi Minh hasta mayo y visitar más veces a Thi Anh y su familia, quiere ahora encontrar a su hija perdida.
“Quizá esté en EE.UU. o en otro país, quizá la podamos localizar con pruebas de ADN y también voy a investigar en Vietnam. No tengo mucha esperanza, pero tampoco la tenía para encontrar a mi antigua novia”, dice.