Las íntimas fotos de Juan Pablo II y una mujer que dan la vuelta al mundo
Karol Wojtyla y la estadounidense Anna-Teresa Tymieniecka intercambiaron cartas y excursiones por tres décadas.
“Buscaba desde el año pasado una respuesta para estas palabras tuyas: ‘te pertenezco'”.
“Y finalmente, antes de dejar Polonia, encontré un camino: un escapulario. (Con él demuestro) la dimensión en la que te acepto y te siento en todo tipo de situaciones, cuando estás cerca y cuando estás lejos”.
Lo anterior son las palabras de quien fuera el Sumo Pontífice hasta su muerte en 2005, dos años antes de ser conocido mundialmente como Juan Pablo II, en 1976.
La receptora de estas misivas era la filósofa de ascendencia polaca Anna-Teresa Tymieniecka, una mujer casada con Hendrik Houthakker, economista de Harvard que aconsejó a Wojtyla respecto del fracaso del comunismo. En reconocimiento el sumo pontífice le concedió el título de caballero papal.
Si bien no hay en las cartas pruebas concretas de que el sumo pontífice rompiera el voto de celibato, se incluyen fotografías donde aparecen compartiendo al aire libre, consigna El País.
La amistad se inició en 1973, cuando Tymieniecka contactó al entonces cardenal Karol Wojtyla, entonces arzobispo de Cracovia, por un libro de filosofía que él había escrito.
La mujer, que tenía entonces 50 años, viajó de Estados Unidos a Polonia para comentar el texto. Ahí fue cuando comenzó la amistad, cuya correspondencia cada vez era más personal.
Otro de los encuentros fue en 1976, cuando antes de ser papa, Juan Pablo II fue en su calidad de cardenal a Estados Unidos a una conferencia católica. Se quedó en casa de Tymieniecka.
Marsha Malinowski, comerciante de manuscritos raros que negoció la venta de las misivas, cree que Tymieniecka se enamoró del cardenal Wojtyla en los primeros días de su relación de amistad.
“Creo que se refleja completamente en su correspondencia”, comentó a la BBC.
El 16 de octubre de 1978, dos días después de que el cónclave determinara que él sería el próximo Papa, Wojtyla se dirigió a su amiga: “Te escribo tras el evento para que la correspondencia entre nosotros continúe. Prometo que en esta nueva etapa de mi viaje recordaré cada cosa”, agrega.