Asamblea Constituyente en Venezuela: las claves de la nueva jugada de Nicolás Maduro
El riesgo apunta a la integración de esta instancia. Si Maduro llegase a elegir a alguno de ellos, expertos estiman que se incurriría en una práctica “inconstitucional”.
“Con el pueblo, con la clase obrera, convoco el poder constituyente originario del pueblo”.
Con el mismo tono épico que le es regular, el presidente venezolano Nicolás Maduro así anunció, desde el Palacio de Miraflores, la convocatoria para una Asamblea Nacional Constituyente, con la que pretende establecer una nueva constitución para un país completamente convulsionado, que cumplirá cerca de un mes de protestas.
Después de que el Tribunal Supremo suprimiera el Poder Legislativo –situación que luego revirtió– el país petrolero ha sufrido constantes manifestaciones en las calles, elevando al máximo la tensión entre la oposición y el chavismo.
El anuncio de Maduro se ampara en el artículo 347 de la Constitución que rige a ese país, que establece que para ejercer ese poder se puede convocar a la Asamblea “con el objeto de transformar el Estado, crear un nuevo ordenamiento jurídico y redactar una nueva Constitución”. Maduro puede convocarla, pero no puede objetar el resultado. La última vez que se realizó esto fue en 1999, con Hugo Chávez al mando.
Esta instancia contará, se supone, con 500 miembros, los que según Maduro serán elegidos por el “voto del pueblo” y de estos “aproximadamente unos 200 o 250 serán electos por la base de la clase obrera (…) en un sistema territorializado, con carácter municipal, en las comunidades, con voto directo, secreto”.
La oposición duda que este proceso se esté llevando de buena manera. Derechamente calificaron el anuncio como “fraude constitucional” y una “locura”.
Julio Borges, opositor al Chavismo y presidente de la Asamblea Nacional (Poder Legislativo de ese país) afirmó que esta propuesta pretende “huir del voto universal, directo y secreto del pueblo que en las calles exige respeto a la Constitución (…) Maduro acaba de matar y asesinar el legado de Hugo Chávez a Venezuela que era la Constitución”.
Este peligro, según anuncia la oposición, tendría que ver con la integración de la Asamblea Nacional Constituyente. El temor es que se esté buscando –vía decreto- cambiar el sistema político total de ese país. “Con esta fraudulenta Constituyente, (Maduro) pretende desconocer aún más al Parlamento), indicó el diputado Luis Florido, el que agregó que el mandatario venezolano “quiere derogar la Constitución para hacer una nueva a través de comunas”.
Es más: se destaca que al firmar el decreto, Maduro manifestó que sería una “elección directa y secreta” de estos 500 miembros, pero no mencionó el carácter “universal” de esto.
Existirá una comisión presidencial para estos efectos. Son 12 personas, donde se incluye a Elías Jaua, ex vicepresidente, ex ministro de Comunas y uno de los gestores del sistema de poder local, autogestión, y asistencia del Chavismo.
La oposición insiste en calificar esto como “golpe de estado”. De todos modos, se debiera realizar un referéndum para que la población determine si aprueba o no esto. No se sabe cuándo sucederá esto.
En la práctica, ya existía un Parlamento Comunal en el 2015. Este se supone que es “un poder que le permita al pueblo disponer de recursos, jefaturas, toma de decisiones, leyes, forma de vida”. Tienen alcance a través de 45 mil consejos comunales y con la constituyente se puede dar más “legitimidad” a esto. Y esto es visto por la oposición en la línea en que continúa acotando la participación de ellos contra el chavismo, ya que actualmente no cuentan con poder institucional.
El abogado constitucionalista de nacionalidad venezolana, Leonel Alfonso Ferrer, resumió a CNN que si Maduro elige “a su antojo y por decreto” a los integrantes de la Asamblea –que tendrá poderes por encima del Ejecutivo, Legislativo y Judicial- eso constituiría un “golpe de Estado (…) si la integra por decreto es inconstitucional”.