Por qué no se disparó el arma durante el ataque a Cristina Fernández de Kirchner
El jueves, la ex mandataria de Argentina fue atacada mientras regresaba a su residencia en el barrio de Recoleta, Buenos Aires.
Después del intento de magnicidio a la vicepresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kichner, la gran duda entre todos fue por qué Fernando Sabag Montiel, alias “Tedi”, no logró hacer el disparo en la noche del jueves. Una pericia ordenada por la Justicia Federal a la pistola Bersa calibre 32 fue realizada por la Policía Federal de Argentina y resuelve dos misterios claves del caso.
El primero es la razón de por qué falló el arma. Sabag gatilló en la cara de la ex presidenta, pero no salió ninguna bala. La pericia ejecutada por la división balística y después por el Laboratorio Químico determinó que el arma, un modelo que databa de casi 40 años atrás, era apta para el disparo y que ya había sido accionada en algún momento. Además, las cinco municiones en su cargador eran reales y tenían capacidad para matar.
Los peritos confirmaron que el arma estaba funcionando perfectamente. “Se probaron 50 disparos. Todos salieron bien. Hasta se probó con los cartuchos que tenía en el cargador”, detalló al medio Infobae un investigador del caso. Pero, como el mismo medio ya había adelantado, en el momento del ataque en la pistola no había una bala en la recámara.
¿Y por qué no salió el disparo? De acuerdo con la Policía Federal, Sabag no accionó la corredera de manera manual, o no quiso hacerlo. Así que ninguna bala se montó en la recámara. Sabag podría haber explicado esto en su indagatoria, pero se negó a declarar ante la jueza María Eugenia Capuchetti.
¿Cuál era el origen de la pistola?
Una información importante que faltaba saber era si la pistola tenía un dueño original, y de dónde ella venía. Se determinó que, precisamente, venía de Villa del Parque, el barrio donde Fernando Sabag vivió durante años con sus padres.
En diversas entrevistas, Mario, un joven que se presentó como amigo del acusado, aseguró que Sabag le había pedido que lo acompañara “a la villa” para comprar “un fierro” para resolver un conflicto con “unos peruanos”.
La Policía Científica logró reconstruir el número completo de la pistola Bersa. El arma, efectivamente, había tenido un titular: Cérsar Bruno Herrera, un vecino de más de 50 años de edad, que vivía a pocas cuadras de la vieja casa de Sabag. El último trámite del arma fue su transferencia, en el año 2002.
Cuando supo esto, la Policía Federal envió un patrullero a la casa en Condarco, donde los agentes encontraron con un hermano de Herrera, que les contó de su fallecimiento. Según archivos consultados por Infobae, Herrera estaba registrado en el rubro de taxis de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), el mismo en el que estaba registrado Sabag, y que había sido empleado de una empresa de transporte de caudales de renombre.
El acusado de intento de magnicidio contra Cristina Fernández de Kirchner no tenía credencial de legítimo usuario en la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC). Pero, efectivos de la Unidad de Investigación Antiterrorista, le encontraron 100 balas Magtech en su residencia actual ubicada en el barrio San Andrés, en San Martín.
Una posibilidad es que el vecino le haya regalado el arma a Sabag. Otra es que el brasileño, de 35 años e hijo de un padre chileno con una madre argentina, la haya robado. Mientras tanto, Sabag sigue preso en una celda de la dependencia de la Policía Federal.
Los delitos por los que es acusado el atacante de Cristina Fernández
La imputación al detenido consta de tres puntos. El primero es “haber intentado dar muerte a Cristina Kirchner”. Luego hay una descripción de los hechos: “Dicha conducta tuvo lugar el 1/9/22 siendo aproximadamente las 21 horas en la intersección de la calle Juncal y Uruguay cuando la nombrada se encontraba saludando a las personas que se encontraban en el lugar, ocasión en la que el imputado apuntó hacia su rostro una pistola semiautomática de acción simple, calibre .32 auto, marca Bersa modelo Lusber 84 accionando la cola del disparador en al menos una ocasión sin que se produzca el disparo pese a encontrarse la misma cargada con cinco cartuchos de balas del mismo calibre y resultar apta para sus fines específicos”.
El segundo punto es “haber llevado consigo el arma de fuego antes mencionada sin contar con la debida autorización legal, la cual receptó previamente con la numeración parcialmente suprimida en la base de su empuñadura y a sabiendas de ello”.
Y el tercero sigue en la misma línea: “Haber acopiado dos cajas de municiones con la denominación MAGTECH conteniendo cada una 50 cartuchos intactos calibre .32 automáticos, las cuales fueron secuestradas a raíz del registro domiciliario realizado en el domicilio ubicado en la calle Uriburu 727/729, San Martín, provincia de Buenos Aires”.