Liberan al último prisionero norteamericano en Afganistán
El ingeniero civil estadounidense Mark Frierichs fue intercambiado por un traficante de heroína que financió a los talibanes.
El ingeniero civil y veterano de la marina estadounidense Mark Frierichs, quien desde hace dos años estaba secuestrado por el régimen talibán de Afganistán fue entregado al gobierno norteamericano a cambio de Haji Bashir Noorzai, un narcotraficante aliado de los fundamentalistas. De esa manera se liberó al considerado último prisionero estadounidense en ese país.
El anuncio lo hizo el ministro de Relaciones Exteriores de Afganistán, Amir Khan Muttaqui, durante una rueda de prensa celebrada en Kabul, quien además aseguró que el intercambio se realizó después de largas conversaciones.
“Mark Frierichs fue entregado a Estados Unidos y, a su vez Haji Bashar nos fue entregado en el aeropuerto de Kabul”, dijo refiriéndose al traficante de heroína que estuvo prisionero durante 17 años en la prisión de Guantánamo.
Según indicó el Departamento de Estado norteamericano, Frierichs trabajaba en Afganistán como ingeniero civil en proyectos de construcciones cuando fue secuestrado. En enero pasado, el presidente Joe Biden exigió su liberación, advirtiendo que no haría ningún reconocimiento internacional si esa acción no se concretaba.
A su vez, Kabul presentó a la prensa al recientemente liberado narcotraficante, quien desde la formación del grupo fundamentalista, en 1994, se convirtió en uno de sus principales donantes y además en una persona muy próxima al fundador, el mulá Mohamed Omar.
En la conferencia, Noorzai recordó que su liberación se produjo después de 17 años y seis meses de cárcel. “hubiese sido imposible para mí haber sido liberado de una pena de por vida sin la determinación y esfuerzos del Emirato Islámico”, quien llamó al mundo a dialogar y negociar con los islamistas.
Noorzai fue una de las personas más buscadas por los Estados Unidos hasta que fue detenido en 2005 mientras viajaba a ese país. Cuatro años después fue condenado a cadena perpetua por liderar una organización que introdujo a ese país más de 50 millones de dólares en heroína a suelo norteamericano.