Encuentran muerto a sospechoso de asesinato de científico chileno en Kansas City
Kevin Ray Moore, de 42 años, sería el asesino de Pablo Guzmán Palma y de su compañera argentina Camila Behrensen.
Pablo Guzmán Palma era bachiller en ciencias y posgrado en bioquímica de la Universidad Católica. ARCHIVO
La policía de Kansas City, en Estados Unidos, encontró muerto a quien sería el principal sospechoso del asesinato del científico chileno Pablo Guzmán Palma (24), ocurrido a inicios de este mes en el estado de Misuri.
Se trata de Kevin Ray Moore, de 42 años, quien fue hallado sin vida el 16 de octubre pasado en el Condado de Clay. De acuerdo a lo publicado por The Kansas City Star, el individuo fue descubierto en un auto junto a una mujer, también fallecida, en un aparente homicidio y posterior suicidio.
Durante las últimas horas la Fiscal del Condado de Jackson vinculó a Moore con el crimen contra el chileno, quien fue asesinado junto con su compañera argentina Camila Behrensen (24) en el departamento que ambos compartían.
La policía local usó datos telefónicos y de computadora, videos de vigilancia, pruebas balísticas y pruebas de ADN para determinar que el sujeto supuestamente causó la muerte de los dos investigadores sudamericanos, quienes integraban los cursos de posgrado predoctorales en el Instituto Stowers de Investigación Médica de Kansas City.
Las teorías sobre el crimen
Pablo Guzmán Palma y Camila Behrensen fueron encontrados muertos tras un incendio que afectó a su residencia. Los investigadores determinaron que sus cuerpos tenían impactos de bala.
En primera instancia se presumió que el crimen tendría carácter de xenófobo, considerando la procedencia sudamericana de las víctimas.
Posteriormente se conocieron mayores antecedentes. Uno de ellos es que la puerta de entrada del departamento no fue forzada, hecho que fortalece la teoría inicial de que el homicida compartió con los jóvenes científicos antes de producirse su muerte.
Guzmán Palma era bachiller en ciencias y posgrado en bioquímica de la Universidad Católica y de acuerdo a los antecedentes que entregó el instituto investigó la regeneración de la médula espinal y esperaba en el futuro centrar sus análisis en “cómo las células interpretan e integran varios tipos de señales”.
