¿Nuevo Chernobyl? Todo lo que se sabe hasta ahora del desastre que provocó la explosión de Ohio
Las consecuencias podrían ser aún más graves por los químicos que siguen liberándose. Las autoridades llaman a la calma en una emergencia que se mantiene desarrollándose.
La imagen se parecía demasiado a una película apocalíptica. Miles de personas tuvieron que ser evacuadas después que descarrilara un tren, propiedad de la empresa Norfolk Southern que transportaba productos químicos. Cerca de 50 vagones salieron de los rieles provocando una gigantesca explosión que derivó en una emergencia ambiental en el estado de Ohio, que es comparada con lo ocurrido en Chernobyl en 1986.
El siniestro cubrió de humo la ciudad de East Palestine, en la frontera con Pensilvania, donde los especialistas del rubro ejecutaron una emisión controlada de gases tóxicos para neutralizar las llamas y un mayor peligro para la comunidad. Diez de estos contenedores reservaban 100.000 galones de cloruro de vinilo, un gas incoloro relacionado a varios tipos de cáncer que es utilizado para fabricar objetos de PVC.
Esta maniobra generó un incendio que produjo una enorme columna de humo que se puede observar a gran distancia por sus 320 kilómetros de radio. Llegó a este nivel por la liberación de otros químicos, como fosgeno y cloruro de hidrógeno, según han informado las autoridades a cargo del desastre.
Esta situación generó caos y alarma en la ciudad, tanto así que algunos residentes decidieron dejar sus domicilios antes que el Gobierno decretara la orden de evacuar frente a las dudas que genera un accidente como el que ocurrió el 3 de febrero a las 20:54 horas de esta zona de los Estados Unidos.
Las consecuencias y los peligros en Ohio
De acuerdo a las autoridades locales, la población no tiene de qué preocuparse, pues la emergencia está controlada. Sin embargo, varios habitantes han denunciado muertes en animales y problemas de salud después de la explosión que generó este descarrilamiento.
Campesinos denuncian que sus pollos aparecieron muertos al otro día del accidente a 16 kilómetros de la zona donde ocurrió y otros habitantes han presentado vómitos e inconvenientes para respirar.
“En coordinación con todas las agencias y partes interesadas, hemos elaborado un plan para liberar manualmente los vagones. El contenido se vaciará de forma controlada. Para proteger el medio ambiente, hemos preparado fosos y terraplenes en los que drenar el material que luego se remediará. Cuando sea seguro hacerlo, la liberación manual de la presión se realizará mediante una rotura controlada de varios vagones, y bajo la supervisión de expertos y personal de primera intervención. Esta operación será ruidosa y visible. Parte del material se quemará mientras se drena durante un corto número de horas”, informaron desde la compañía.
A pesar de los efectos para contrarrestar los efectos en el aire, el agua es otra de las preocupaciones. Se han detectado muerte de peces en el arroyo Leslie Run, se investiga los químicos que ahora tiene el Río Ohio y, por ahora, la ciudadanía tiene la indicación de consumir solamente agua embotellada. Este afluente proporciona agua potable a más de 5 millones de personas.
A raíz de estas problemáticas, Norfolk Southern ha puesto a disposición especialistas de todo tipo para los requerimientos que puedan tener las personas.