Ampliando la política
Muchos pueden pensar que la solución es mantenerse fuera de la política. Pero no. En Amplitud tenemos la firme convicción de convertirnos en partido. En eso estamos trabajando. Nosotros creemos que debemos dar la batalla. Robustecer la política. Enseñar a la gente a respetarla y sobre todo, cuidarla.
Pedro Browne es Representa a las comunas de Lo Espejo, Pedro Aguirre Cerda, San Miguel.
Independiente del prisma con que se mire, hay un dato que se repite hace años en las encuestas que miden opinión y adhesión política: el alto desprestigio de esta labor en la ciudadanía, de los partidos, y de sus dirigentes.
En paralelo, y también a través de sondeos de opinión, hemos visto los últimos años cómo una nueva camada de personajes va surgiendo. Una nueva generación interesada en aportar para construir el Chile que queremos, y cuyo hilo conductor es no militar en ningún partido.
En esa misma línea, aparecen nuevos movimientos políticos como Amplitud, con gran aceptación, y Lily Pérez, Marco Enríquez Ominami, Andrés Velasco y Giorgio Jackson como los actores mejor evaluados, según la última encuesta Plaza Pública Cadem (N° 33).
Al otro lado de la balanza, y demostrando que para la ciudadanía el recambio generacional no es sólo un eslogan, están los partidos políticos y sus presidentes con bajísimos niveles de evaluación positiva.
Según la última CEP, solo un 20% de los encuestados dijo aprobar la labor de la Alianza, en cambio un 40% la rechazó. Mientras, la Nueva Mayoría alcanzó un 30% de aprobación, y 29% de desaprobación.
Otro dato destacado, es que los personajes políticos peor evaluados son los presidentes de partidos, tanto del oficialismo como de la oposición.
¿Por qué están tan desprestigiados los partidos? Porque se hablan a si mismos, no a la gente. Le hablan a los 100 mil chilenos que están inscritos en algún partido, y de los cuales no participan más de 15 mil activamente.
En la derecha, la situación es peor. Es tal el grado de desconexión que las cúpulas no son capaces de sintonizar con su propio electorado, simplemente porque no lo conocen.
Esto quedó en evidencia con un sondeo del centro de encuestas de La Tercera, publicada en enero de este año, el que arrojó un fuerte viraje valórico del electorado que se reconoce de centro derecha.
Por ejemplo, un 42% dice estar de acuerdo con el matrimonio de parejas del mismo sexo, 49% está de acuerdo con despenalizar el aborto y un 41% estima que hay que legalizar el consumo de marihuana.
Respecto a las reformas políticas, el sondeo demostró que un 63% quiere cambiar el binominal, y un 61% respalda la idea de hacer una nueva Constitución para el país.
Más allá de las percepciones personales, y de lo que podemos ver durante nuestro trabajo parlamentario, está claro por qué renunciamos: Porque nos aburrimos de ver tanta distancia entre lo que sucedía dentro del partido, y lo que ocurría de la reja para afuera. Porque no estamos en política para pasar el rato, sino por la convicción de hacer cambios que realmente reflejen lo que la ciudadanía quiere.
Muchos pueden pensar que la solución es mantenerse fuera de la política. Pero no. En Amplitud tenemos la firme convicción de convertirnos en partido. En eso estamos trabajando. Nosotros creemos que debemos dar la batalla. Robustecer la política. Enseñar a la gente a respetarla y sobre todo, cuidarla.