Internet: un servicio esencial para el desarrollo

Carlos Hinrichsen es Decano de la Facultad Diseño Digital e Industrias Creativas de la Universidad San Sebastián

Desde 2005, cada 17 de mayo se celebra en Chile y gran parte del mundo el Día del Internet, instaurado por la Asociación de Usuarios de Internet (UAI) para resaltar la importancia de las tecnologías de la Información y la comunicación en una sociedad interconectada.

Pero, junto con reflexionar sobre el impacto el impacto y beneficio de la red, este día permite dimensionar las nuevas oportunidades que la web ofrecerá en el futuro a las personas, a la sociedad y a la industria. De hecho, la pandemia evidenció la necesidad de contar con acceso universal a la red, y así evitar brechas en el área laboral, académica y en las más diversas experiencias sociales.

El uso de internet ha cambiado la forma de relacionarnos con el mundo, traspasando las barreras de la comunicación y las fronteras geográficas. Diversos sectores como el comercio con el e-commerce, el gobierno con el gobierno digital, la educación con clases remotas masivas (¿educación digital?), salud con salud digital (hospital digital), entre otros, han sido impactados por esta red, generando avances que benefician a la sociedad de manera global. Si lo llevamos a la vida cotidiana, más del 80% de las personas buscamos online un producto o servicio antes de ir a comprarlo, algo impensado si no contáramos con Internet como plataforma.

Las interacciones en la vida cotidiana y el trabajo también están siendo mediadas por tecnologías digitales. Cada vez más nos relacionamos a través de aplicaciones digitales con nuestras familias, amigos o colegas de trabajo. Esto no es futuro, esto es ahora. Hoy hasta la celebración de los cumpleaños de los niños se realiza en forma remota.

Desde una perspectiva distinta, si miramos hacia atrás, parecía experimental que se hablara -por ejemplo- de escuchar radio por Internet. Desde el 2017 en Noruega, los oyentes tienen acceso a un contenido de radio más diverso y variado, con mejor calidad de audio y nuevas funcionalidades. La digitalización de la radio también mejoró enormemente su sistema de emergencias, facilitó la competencia y ofreció nuevas oportunidades de innovación y desarrollo. Las emisoras de radio FM dejaron de operar, tuvieron su “apagón analógico”, siendo sustituidas por emisiones DAB (Digital Audio Broadcasting), una evidencia de los aportes e impactos de Internet.

Estamos viviendo un mundo y sociedad iluminado y desafiado por la transformación digital, así como por el impacto y los beneficios de las tecnologías exponenciales, con cambios profundos en la sociedad e industria. Ambas están en transición permanente debido al impacto de la transformación digital, la aplicación masiva de la red 5G y las nuevas tecnologías exponenciales, tales como inteligencia artificial, cirugía asistida por robot, nanotecnología, aprendizaje automático, visión por computadora, Internet de las cosas, junto con soluciones derivadas de los campos de la biología sintética o blockchains. Estas soluciones constituyen un ecosistema de productos, servicios y experiencias que están transformando y continuarán transformando nuestros hábitos y hábitats.

Si lo llevamos al ámbito de la educación, durante el 2020 y producto la pandemia, sin Internet hubiera sido imposible resolver el impacto de la disrupción que afectó a 1.570 millones de estudiantes en 191 países, debiendo cambiar en pocos días las clases presenciales por clases remotas. Internet fue una habilitador clave para los procesos de transformación e innovación que esta conversión involucró.

En un ámbito distinto, pero igualmente desafiante, se encuentra la implementación de la tecnología 5G, que será una facilitador para el Internet de las Cosas (LOT por sus siglas en inglés), clave para la implementación de ciudades inteligentes, para hospitales que necesitan conexiones en tiempo real para sus procedimientos, etc.

De acuerdo a un informe de Goldman Sachs del año 2014, el Internet de las Cosas está emergiendo como la tercera ola en el desarrollo de Internet. Incluso se estimaba que sería la de mayor impacto y cobertura. En 1990 Internet conectaba a 1.000 millones de personas, un década después a 2.000 millones y se proyectó que para 2020 LOT tenía el potencial para conectar 28.000 millones de “cosas”, que van desde pulseras a dispositivos médicos y automóviles.

Complementariamente con lo anterior, un par años atrás se hablaba de Internet Táctil, donde un cirujano gracias a la tecnología 5G podría operar a un paciente que está a miles de kilómetros de distancia con diferentes dispositivos, como guantes que no sólo captan los movimientos, sino mediante motores que vibran y pueden traspasar sensaciones táctiles como la presión. El robot o el sistema de cirugía robótica, a su vez, tiene diferentes tipos de sensores en sus tenazas, a través de los cuales detecta -por ejemplo- cuando un tejido es más duro. El cirujano puede sentirlo en su mano a través del guante y de acuerdo a su experiencia determinar si se trata de un tumor o no.

Volviendo a la celebración, este año se ha definido como “2021: Internet palanca de Transformación Digital y Resiliencia”, instancia que debería ayudarnos a identificar los facilitadores en el área, así́ como las principales palancas y frenos para abrir oportunidades de innovación en ámbitos claves de nuestra vida. Finalmente, es necesario reconocer las brechas y potencialidades, presentes y futuras asociadas al “apagón analógico” o el despliegue que tendrá la tecnología 5G y sus proyecciones al 6G” en un plazo de 3, 5 y 10 años. ¿Será esta nuestra oportunidad?