Business experimentation: la necesidad de las grandes compañías de aprender con velocidad
Existe el concepto anglosajón de Business Experimentation, entendido como una disciplina para al proceso de experimentación, especialmente cuando se trata de mejorar las experiencias de los clientes, probar nuevos modelos de negocio o desarrollar novedosos productos.
Ángel Morales es Director Ejecutivo de UDD Ventures
Cuando miramos a las grandes empresas que hoy son líderes del mercado, tendemos a dar por sentado su éxito y olvidamos que esas compañías también fueron en su momento desconocidas. Incluso, muchas estuvieron al borde de la quiebra durante sus inicios. Lo que tampoco sabemos, y es un dato que se debe considerar, es el tiempo que cada una de esas empresas le ha dedicado a la experimentación, a los resultados obtenidos tras la prueba y error antes de encontrar una ruta definitiva. Incluso, cuando una marca ya está consolidada, eso no significa que no pueda seguir probando propuestas diferentes.
Existe el concepto anglosajón de “Business Experimentation”, entendido como una disciplina para al proceso de experimentación, especialmente cuando se trata de mejorar las experiencias de los clientes, probar nuevos modelos de negocio o desarrollar novedosos productos. De hecho, empresas exitosas como Amazon, Coca- Cola, Booking.com y Microsoft, entre otras, realizan regularmente una serie de experimentos controlados donde participan usuarios de todo el mundo. Spotify es de las empresas que más experimentos ejecuta en el mundo empresarial.
¿Cuáles son las ventajas? La primera, y la más importante, es que las decisiones que toman a partir de estos experimentos son mucho más sólidas y consistentes que si solo se dedicaran a probar productos o lanzar nuevas experiencias en un mercado masivo. Tras realizar las primeras pruebas no están decidiendo a ciegas, saben que algo que funcionó en un grupo acotado, pero representativo, tiene mayores probabilidades de éxito y lo mejor es que a la larga puede resultar mucho menos costoso.
Para que los experimentos realmente funcionen y no sean sólo una pérdida de tiempo, ni de recursos, hay varias interrogantes que las empresas pueden plantearse antes de ponerlos en práctica: ¿Cuál es el objetivo?, ¿Qué queremos saber exactamente y por qué esta prueba es el mejor enfoque?, ¿Estamos comprometidos como equipo a respetar estos resultados?, ¿Abandonaríamos un proyecto en marcha si las conclusiones son distintas a lo que esperábamos? En la práctica también será necesario revisar aspectos como la factibilidad del experimento, el tamaño y selección de la muestra.
Independiente de los resultados finales, si estas preguntas pueden resolverse, la empresa ya cuenta con una ventaja comparativa en su capacidad de testeo, innovación, flexibilidad y apertura al cambio. Es más, posee una cultura de experimentación empresarial que le permitirá crear mejores experiencias para los clientes y generar grandes beneficios económicos.
Además, hay que tomar en cuenta lo fácil que es implementar hoy el business experimentation con ayuda de la tecnología. Si antes las empresas podían demorar meses o años en desarrollar las herramientas necesarias para estos procesos, los avances actuales permiten que todos podamos acceder a estas opciones utilizando los recursos disponibles y la información que tenemos acumulada sobre nuestro público.
La experimentación empresarial puede conducir a mejores formas de hacer las cosas y entregar a las empresas la confianza que necesitan para tomar decisiones inteligentes, obteniendo así un mayor retorno de la inversión. La propuesta es entonces a experimentar sin miedo, atreverse, testear, analizar y si algo no está funcionando, cambiar el foco y volver a intentarlo.