Design Thinking como metodología para innovar en la empresa
Design Thinking es un proceso para la generación de ideas innovadoras de productos y servicios que se basa en la comprensión de necesidades de los usuarios potenciales y en una estrecha validación con ellos.
Lic. Cecilia Ribecco es Consultora y conferencista internacional en Emprendedorismo, Innovación & Diversidad.
Las tendencias actuales dentro del campo empresarial indican que los procesos de diseño de productos y servicios centrados en las personas hoy tienen un rol de marcada importancia en la generación de valor agregado. La competencia del mercado obliga a las empresas basadas en la tecnología a innovar continuamente. Las nuevas metodologías resultan de utilidad para la gestación de productos y servicios desde la concepción de la innovación centrada en el usuario y el abordaje desde la experimentación validada. Implementar metodologías como la del pensamiento de diseño permite no solo reducir el riesgo a la hora de crear y diseñar nuevas propuestas sino también el empleo de procedimientos estructurados de resolución de problemas.
El pensamiento de diseño o “Design Thinking” es una metodología para desarrollar innovación y resolver problemas complejos con un enfoque colaborativo que pretende brindar resultados eficaces gracias al conocimiento sobre los usuarios.
Esta herramienta ofrece una perspectiva creativa para generar soluciones analizando las razones y adaptando las soluciones al contexto. El “Design Thinking” nace en el campo del diseño y actualmente es adoptado por las empresas como una manera de abordar y resolver problemas a la hora de diseñar productos. La metodología del pensamiento de diseño propone el trabajo colaborativo, la observación, el análisis y la interpretación de la información para obtener nuevos enfoques en el desarrollo de soluciones a través del trabajo multidisciplinario. La metodología presenta cinco pasos, empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar.
Design Thinking es un proceso para la generación de ideas innovadoras de productos y servicios que se basa en la comprensión de necesidades de los usuarios potenciales y en una estrecha validación con ellos. El proceso consta de 5 actividades principales, la primera trata de empatizar, ponerse en la piel del usuario y comprender sus necesidades, la segunda sobre definir que está relacionada con establecer el problema que se quiere resolver, la tercera con idear para determinar posibles soluciones, en esta generalmente se utilizan metodologías como la del brainstorming o tormenta de ideas, la cuarta se trata de prototipar, osea construir un prototipo, una solución tangible que permita obtener una maqueta del proyecto, en este caso las landing pages o páginas de aterrizaje son muy útiles para maquetar proyectos digitales, por último y como quinto paso nos encontramos con probar y testear para validar el prototipo con el usuario. Estas actividades se realizan una tras de otra pero volviendo a cualquiera de las actividades previas cuantas veces sea necesario. El proceso de Design Thinking se potencia con la participación de equipos multidisciplinarios.
El estudio de nuevas metodologías y su puesta en práctica como también su vinculación directa con el mundo empresarial permite la articulación de saberes propios de disciplinas complementarias como el diseño industrial, la ingeniería y otras ramas profesionales que profundizan el hacer profesional desde diferentes visiones en pos de generar valor agregado. La implementación de dichos conceptos y su análisis en el desarrollo de nuevos productos y servicios es necesario e imprescindible a la hora de pensar en la innovación centrada en el usuario en un contexto en constante cambio y evolución.