Fanny Pollarolo, candidata al Premio Nacional de Derechos Humanos 2022
Ella tuvo el coraje y la inteligencia para ponerse al servicio de la lucha por los Derechos Humanos contribuyendo desde su profesión a la recuperación y la salud mental de las víctimas y sus familias y, desde su quehacer político, a la profundización de la democracia, de las libertades, la igualdad y la no discriminación.
Cada dos años el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH) otorga el Premio Nacional de Derechos Humanos. Se trata de un reconocimiento a quienes se han destacado en la lucha por la defensa y promoción de los derechos humanos en Chile. Un Premio que contribuye al desarrollo de una cultura de derechos humanos y a la preservación de la memoria en nuestro país.
La candidatura de Fanny Pollarolo es la expresión de miles de personas, muchas anónimas, y de organizaciones que reconocen en ella a una mujer valiente y comprometida con la causa de los DDHH en los momentos de mayor vulneración de derechos en nuestro país. Su ejemplo está presente en el corazón del pueblo chileno, del pueblo que fue sometido a la brutalidad y el exterminio y que hoy la recuerda con agradecimiento y afecto en los testimonios de sus sobrevivientes, sus hijos e hijas, sus nietos y nietas y de quienes formamos parte de la diversidad y las disidencias sexo-genéricas.
A los 87 años Pollarolo es un ejemplo para los y las profesionales de la Medicina. Ella tuvo el coraje y la inteligencia para ponerse al servicio de la lucha por los Derechos Humanos contribuyendo desde su profesión a la recuperación y la salud mental de las víctimas y sus familias y, desde su quehacer político, a la profundización de la democracia, de las libertades, la igualdad y la no discriminación.
Su profundo sentido de lo colectivo y su compromiso con la más amplia unidad del pueblo en la lucha por la recuperación de la democracia, -articulando sectores políticamente diversos en el Movimiento Mujeres por la Vida-; así como su inteligencia visionaria al comprender los derechos humanos en su sentido más amplio, universal e indivisible, atendiendo las realidades y complejidades de los distintos sujetos de derechos en su trabajo como terapeuta y legisladora con las diversidades sexuales, con las mujeres, los niños y las niñas, con la juventud, hacen de Fanny Pollarolo una de las figuras más destacadas en la historia de la lucha por los derechos humanos en Chile.
El espíritu unitario y generoso de Fanny ha impregnado nuestra campaña por su candidatura. Nos hemos ido encontrando; sumando nuestras voluntades un sinnúmero de personas y organizaciones que reconocen en ella un ejemplo para las nuevas generaciones.
Nos hemos articulado, organizaciones y personas, en torno al recuerdo cálido de Fanny. El recuerdo de Fanny marchando en la calle, en el consultorio de FASIC o en el de Maullín junto a la Parroquia durante su relegación; el recuerdo de Fanny encarcelada siendo visitada por las candidatas a reina de la Población La Victoria, Fanny en el Congreso legislando en favor de los más discriminados, Fanny apoyando a las trabajadoras sexuales, Fanny en las comisarías protestando contra la homo/transfobia policial. Hago este recorrido y me pregunto si hay algún lugar donde Fanny no ha estado.
Sé que somos muchos los que sentimos a Fanny como una cómplice. Una cómplice de aquellas causas que los grupos anti-derechos de ayer y de hoy han querido desconocer y combatir sin miramientos. Imposible no ver en Fanny a una amiga, una cómplice, una luchadora social y política siempre dispuesta a acoger, escuchar y sumarse a las luchas de los perseguidos y discriminados.
Rolando Jiménez,
Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh)