Movilidad sostenible: energía más limpia y eficiente
Chile apunta a tener una matriz energética limpia, sin combustible fósiles, lo que conlleva a convertir todos los procesos a 100% eléctricos, con el objetivo de tener un consumo más eficiente y responsable, en línea con la Ley de eficiencia energética.
Rodrigo Salcedo es subgerente corporativo de Electromovilidad Emasa
Las metas impuestas en la Política Energética Nacional, de convertir a Chile en un país carbono neutral al 2050, implica que toda la energía producida provenga de fuentes no contaminantes e idealmente que sean renovables. Y por primera vez se sumó la electromovilidad como uno de los pilares para alcanzar este objetivo.
Hay que considerar que, a nivel nacional, casi el 30% de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) corresponden al transporte, lo cual está directamente vinculado con los gases de efecto local, como el material particulado o el carbono negro, contaminantes que son altamente perjudiciales para la salud.
En la otra vereda, el parque actual de vehículos eléctricos (VE), creció de manera explosiva llegando a 4.903 en 2022, es decir, un incremento de 80% con respecto al año anterior, lo que representa un 0,83% del mercado automotor nacional.
Si consideramos que, a futuro, solo van a circular vehículos eléctricos (VE), ¿la capacidad y distribución energética del país, está preparada para asumir este requerimiento? Sin duda que la respuesta aún es incierta y genera varios desafíos.
Chile apunta a tener una matriz energética limpia, sin combustible fósiles, lo que conlleva a convertir todos los procesos a 100% eléctricos, con el objetivo de tener un consumo más eficiente y responsable, en línea con la Ley de eficiencia energética.
Para ello habrá que realizar una considerable inversión y cambiar los procesos actuales, sumando que todos los consumos energéticos tendrán que ser medibles y trazables, con el propósito de optimizar los diferentes procesos con el tiempo.
El camino que debemos tomar, tanto a nivel público como privado, es incluir sistemas más eficaces para reducir la intensidad energética e impulsar más incentivos para que existan nuevos generadores de energía integrados e interconectados, sumando sistemas de acumulación y respaldo de energía.
Solo así y gracias al esfuerzo de todos los actores involucrados, podremos avanzar hacia una movilidad sostenible más limpia, segura, inclusiva y eficiente.