Crisis educativa: apretemos el acelerador
El año 2021 el Consejo Nacional de Educación, por unanimidad de sus miembros, aprobó la creación de la “Modalidad Educativa de Reingreso”, la cual ofrece una proyección de mejor futuro para niños, niñas y jóvenes, al poder retomar sus estudios con todos los beneficios que ello trae aparejado.
Francisca González Echavarri es Investigadora Legal Acción Educar
Los resultados del último Simce vinieron a evidenciar lo que varios expertos anticipaban: una profunda caída en los aprendizajes de un sinnúmero de niños, niñas y adolescentes a lo largo del país. En ese sentido, es profundamente necesario que se generen acciones que permitan recuperar los aprendizajes perdidos para todos los estudiantes, pero sin olvidarnos de aquellos niños, niñas y jóvenes que se encuentran desescolarizados.
Evaluando las últimas acciones del Ministerio, y la cuenta pública del Presidente a principios de este mes, las acciones más fuertes del Gobierno en el ámbito educativo estarían en el renombrado Plan de Reactivación Educativa. En cuanto a Asistencia y Revinculación, Tercer Eje del Plan, mucho se celebraron las acciones para evitar la desvinculación de los actuales alumnos que se encuentran insertos en el sistema educativo, pero, ¿qué pasa con los alumnos que ya se encuentran fuera del sistema escolar? La cifra asciende aproximadamente a 50.000 estudiantes. Al respecto, en abril de este año el ministro informó a las comisiones de Educación del Congreso Nacional la instalación de Aulas de Reingreso en los once Servicios Locales de Educación Pública existentes a la fecha, equipos territoriales de asistencia y revinculación y proyectos de reinserción educativa.
Pero, encontrándose las referidas acciones en etapas iniciales de implementación, y dado los nefastos efectos que la desescolarización provoca en la vida de un niño, se deben implementar con urgencia acciones en paralelo que fortalezcan lo existente. Es un deber ineludible entonces la reanudación de la tramitación del proyecto de ley que establece un sistema de subvenciones para la modalidad educativa de reingreso (Boletín 14.309), iniciativa que se encuentra en segundo trámite constitucional en el Senado y que, de haberse encontrado con discusión inmediata en enero de este año, hoy se encuentra sin urgencia.
El proyecto surgió como una medida del Acuerdo Nacional por la Infancia para dar protección a la niñez en riesgo social. El año 2021 el Consejo Nacional de Educación, por unanimidad de sus miembros, aprobó la creación de la “Modalidad Educativa de Reingreso”, la cual ofrece una proyección de mejor futuro para niños, niñas y jóvenes, al poder retomar sus estudios con todos los beneficios que ello trae aparejado. La tramitación del proyecto de ley también fue identificada como un aspecto “clave” por parte del Consejo para la Reactivación Educativa en sus recomendaciones publicadas durante este mes.
En la actualidad se utiliza mayormente la modalidad de educación para personas jóvenes y adultas (EPJA), pero esta no es la más adecuada por cuanto está pensada y diseñada para adultos. Los niños, niñas y jóvenes, requieren de un sistema personalizado, que les permita contar con apoyo socioemocional y pedagógico, mantener la motivación por los estudios y el conocimiento, y desenvolverse en contextos adecuados a su rango etario e intereses. Así es como esta nueva modalidad educativa, que goza de amplio consenso en cuanto al beneficio social que reporta, viene a ser una opción concreta y de largo plazo para niños, niñas y jóvenes entre 12 y 21 años que han dejado de cursar la educación escolar por al menos dos años. De esta forma se podrán abordar de manera específica sus requerimientos, con el objeto de que se logre efectivamente que puedan retomar y terminar sus estudios en un sistema educativo estable.
Lo único que falta es que el Gobierno decida darle la prioridad que le corresponde y reanudar su tramitación legislativa, la cual, probablemente tendrá el mayor de los apoyos por parte de los parlamentarios.