235.000 ONG y otras fundaciones
¿Quién autoriza y después designa fondos estatales y luego ejerce el control de ejecuciones de estas fundaciones? ¿Cómo es posible que, por ejemplo, millones entregados en noviembre pasado a una de ellas en junio todavía “no se hayan ejecutado”?
Bueno, tuvimos una semana políticamente aún más agitada que las anteriores.
En mi artículo publicado el martes pasado en El Dínamo (escrito 4 días antes) ya mencioné las sospechas que existen sobre tantas ONG, fundaciones y etcéteras que, recién ahora empiezan conocerse, y rodean los 235.000 (¡DOSCIENTOS TREINTA Y CINCO MIL!) en nuestro pequeño país. O sea, una por cada 80 habitantes. Quiere decir que cada más o menos 30 familias estamos manteniendo, financiando y, lo peor, desconociendo esos grupos; vaya derroche, digno de un país petrolero que no sabe qué hacer con su fortuna.
¿Quién autoriza y después designa fondos estatales y luego ejerce el control de ejecuciones de estas fundaciones? ¿Cómo es posible que, por ejemplo, millones entregados en noviembre pasado a una de ellas en junio todavía “no se hayan ejecutado”? ¿Boric, en su año y cuarto de Gobierno creó 80.000 nuevos puestos “administrativos”; ¿acaso para controlarlas? Y surge la pregunta más frecuente en boca de todos :¡¿en qué país vivimos?!
Al explotar el primer escándalo de Democracia Viva, nuestro Presidente – que ya tiene a la gente harta con sus diarias apariciones, discursos soberbios y promesas de arreglar todo, como si fuese el mago que con un simple truco hará aparecer los billones de dólares para hacerlo – prometió casi a gritos, golpeando la mesa que castigará “personalmente” (sic) todos los corruptos y, muy importante, que no pone la mano en el fuego por nadie. Sin embargo, al empezar aparecer a caudales las denuncias a lo largo del país (y las excusas y explicaciones) parece que calzó sus guantes de alta temperatura a fin de proteger los suyos, cuyos chanchullos insólitos no tienen antecedentes en Chile.
Estoy escribiendo estas líneas -por si acaso- antes de que se cumplan las advertencias de Boric sobre “menos twitter” (y cualquier otro medio de difusión y opinión) seguido por uno de sus últimos decretos – según muchos anticonstitucional, pero evidentemente antidemocrático – para controlar los “fake news”; decreto evidentemente concebido por el PC y abiertamente justificado por su impecable ministra, Camila Vallejo. Decreto que parece el primer escalón para controlar la libre expresión, (después los medios y finalmente hasta nuestro aliento…).
En vez de planificar la ayuda y reconstrucción desde la Moneda, nuestro juvenil Presidente está gastando millones en viajar a zonas afectadas con una numerosa camarilla, solo para mostrar su cara y aprovechar la desgracia para promover su imagen, prometiendo a gente ingenua soluciones cuán mago que con su varita hace aparecer los billones de dólares necesarios para cumplir todas sus promesas.
Pero me estoy desviando del tema debido a mi enfado por, entre otras cosas, la corrupción que comenzó a desenmascararse en estos días e hizo cundir la indignación hasta parte del oficialismo. Quizás uno de los trucos del Mago sería reducir la cantidad de ONGs drásticamente y las platas entregadas a tantas fundaciones sin control – investigando, llevando a la justicia los culpables (¿habrá tantos fiscales y jueces?) – y destinarlas hoy a la reconstrucción de los daños causados por las inundaciones y mañana a sanear una parte de nuestra maltrecha economía.
Solo con un drástico cambio de rumbo – y equipo – en este y otros temas llevaría a Chile de vuelta al camino de desarrollo… Déjenme expresar mis serias dudas al respecto.