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Actualizado el 24 de Mayo de 2024

La música, herramienta de transformación social

A diferencia de lo que ocurre en otras latitudes, nuestras orquestas tienen menos de un siglo de vida y Enrique Soro compuso nuestra primera sinfonía recién en 1921. Años más tarde, Violeta Parra recopiló melodías centenarias, desde lo más profundo de nuestro territorio, y su legado dio vida a la Nueva Canción Chilena.

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Andrés Zúñiga Mella

Andrés Zúñiga Mella es director Extensión Usach

En Chile, no hace falta retroceder tanto en el tiempo para contar la historia de lo que tradicionalmente conocemos como música clásica. A diferencia de lo que ocurre en otras latitudes, nuestras orquestas tienen menos de un siglo de vida y Enrique Soro compuso nuestra primera sinfonía recién en 1921. Años más tarde, Violeta Parra recopiló melodías centenarias, desde lo más profundo de nuestro territorio, y su legado dio vida a la Nueva Canción Chilena.

Este movimiento integró sonidos e instrumentación de toda Latinoamérica y resonó con intensidad entre los compositores de formación académica, que comenzaron a difuminar fronteras entre lo popular y clásico: Luis Advis, Sergio Ortega, Gustavo Becerra-Schmidt, Fernando García, Patricio Wang, Leni Alexander y Cirilo Vila, fueron algunos de ellos.

La Universidad Técnica del Estado, actual Universidad de Santiago de Chile (Usach), fue uno de sus epicentros: con la extensión cultural como eje de su misión, incorporó como artistas estables a Inti-Illimani, Isabel Parra y Víctor Jara, entre otros, y a músicos de formación académica como Jaime Soto León y Mario Baeza, pionero del movimiento coral chileno.

Medio siglo más tarde, la Usach acaba de ganar el Innovation Award de Classical:Next, el principal encuentro internacional en torno a la música clásica, que acaba de realizarse en Berlín. ¿Qué hicimos para merecerlo? Recoger esa tradición y proyectarla hacia el futuro. Nuestra universidad pública sigue confiando en la música como herramienta de transformación social. No enseñamos composición ni interpretación musical, pero contamos con una temporada anual con más de 50 conciertos gratuitos, presentada por cinco elencos estables. En nuestro Teatro Aula Magna, en plena comuna de Estación Central, permanentemente se presentan tres coros y la Orquesta Usach, líder en los encargos y estrenos de música contemporánea chilena.

También contamos con Syntagma Musicum Usach, grupo que suma 46 años de trabajo ininterrumpido en torno a la música antigua. Hace cinco años creamos Aula Records, nuestro propio sello discográfico, que ha recuperado obras de nuestro patrimonio pero, sobre todo, se ha dedicado a la nueva y emocionante música de compositoras y compositores vivos, residentes en Chile y el extranjero. De esta manera, hemos desarrollado un polo cultural en Estación Central y también en Santiago Poniente, gracias a los conciertos gratuitos que presentamos en comunas periféricas que habitualmente no cuentan con ese tipo de programación. Asimismo, hemos hecho cuatro ediciones del Festival Cultura Migrante, incorporando en nuestras propuestas a las comunidades que han llegado a nuestra ciudad desde Perú, Colombia, México y Haití.

Ganar el Innovation Award de Classical:Next ha sido una feliz sorpresa. Nos anima saber que hay cosas en las que efectivamente estamos innovando, pero también nos incita a asumir nuevos retos y hacer realidad nuestro discurso: que la música es una herramienta de transformación social.

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