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Ser profesores: más que una normativa legal

El profesorado, consciente de la vulnerabilidad humana, educa enmarcado en una ética del cuidado, que permite desarrollar habilidades relacionales constitutivas para conocerse a sí mismo y a otros, desde la interacción y enacción en comunidad, inmerso en una sociedad cada vez más interconectada y compleja.

¿Qué es ser profesores? ¿Hacer docencia? ¿Tener un título o un carnet que diga profesor o profesora? ¿Vivir del sistema educativo nacional? ¿O es algo más allá de las dimensiones legales?

Las personas profundamente comprometidas con la profesión de educar buscan desde su perspectiva potenciar el aprendizaje y desarrollo humano integral para una sociedad democrática, inclusiva y solidaria.

El profesorado comporta un currículum vivo que es experiencial, histórico y vivido. Entramado de un ecosistema de saberes, creencias y modelos para enseñar, es decir hacer sensible a los otros a lo desconocido, otorga a la cultura una oportunidad más transformación.

Mediante un pensamiento didáctico situado y reflexivo, extienden el saber intra e inter generacionalmente para colaborar a comprender el mundo desde una fuerte relación.

El profesorado comporta un currículum vivo que es experiencial, histórico y vivido. Entramado de un ecosistema de saberes creencias y modelos para enseñar, es decir hacer sensible a los otros a lo desconocido

El profesorado, consciente de la vulnerabilidad humana, educa enmarcado en una ética del cuidado, que permite desarrollar habilidades relacionales constitutivas para conocerse a sí mismo y a otros, desde la interacción y enacción en comunidad, inmerso en una sociedad cada vez más interconectada y compleja.

Entonces: ¿qué es ser profesores? Es sentir que colaboras al mundo en su sostenibilidad y bienestar, poniendo lo mejor de ti para otros, con el interés de generar vínculos de amor y confianza, traccionando el desarrollo humano a la integralidad





Democracias distintas y dictaduras menos malas
Opinión
16:42

Democracias distintas y dictaduras menos malas

En pleno 2025 aún tenemos que soportar con asombro que aspirantes a conducir nuestro país sigan reivindicando la dictadura de Pinochet, o que cuestionan los fallos judiciales con los que se logró condenar a los agentes del Estado que planificaron y ejecutaron las vulneraciones a los derechos humanos o que ponen en duda la culpabilidad de ex uniformados que suman un par de centenarios en condenas por la brutalidad de sus crímenes.

Juan José Santa Cruz