Boric análogo
Queda un año de gobierno y es una ingenuidad total esperar que Boric entienda lo que realmente significa habitar el cargo. Ya no lo hizo.

Hace poco más de dos meses, el Presidente Boric anunció que reemplazaría su smartphone por un teléfono sin internet, de esos con tapa, tan típicos en la primera década de los 2000. “Es para buscar una manera de cómo nos relacionamos de manera sana”, explicó el mandatario en ese momento.
Evidentemente Boric no estaba siendo 100% literal, en el sentido que es inimaginable que quien ostenta la primera magistratura del país –del país que sea- pueda aislarse del todo, porque a uno le guste o no, el mundo es uno híper conectado, con flujo de información constante e inmediato.
Entonces, el anuncio del Mandatario hay que interpretarlo más como un intento –muy válido- de buscar bajar un poco las revoluciones, de darse tiempo –aunque sea sólo unos segundos- de meditar antes de actuar, de reflexionar, de, tal vez, acercarse más a la sobriedad, a la templanza de los Presidentes que habitaron el cargo antes que él.
Pero, una vez más, lamentablemente, la anunciada desconexión digital, para intentar construir “relaciones más sanas” a la hora de vincularse con la tecnología, fue otra más de sus impostaciones, de sus performance mediáticas, para ganarse algunos segundos en los medios con alguna “choreza”.
No se puede entender de otra forma porque basta con examinar el arrebato tuitero –otro más- de esta semana contra el economista Jorge Quiroz, a quien el mandatario, esta vez habitando el cargo de adolescente ofuscado y altanero, lo emplazó medio burlonamente, cual matón colegial, luego de que se conocieran las cifras de crecimiento del 2024.
Ya es bastante patético que el Presidente celebre cifras de expansión de la economía tan pobres, que con suerte, en 12 meses más, dejarán a su gobierno como el segundo con más bajo crecimiento promedio desde el retorno a la democracia, siendo sólo superado por Bachelet II.
Pero es más patético aún, que quien habita el mismo cargo que O´Higgins, Alessandri, Aylwin y Lagos actué como un cabro chico picado, que estuvo esperando escondido para pegarle un “cachamal” maletero a quien se atrevió en su momento a dar un punto de vista distinto ni siquiera al suyo, sino que respecto a las medidas que estaba tomando el gobierno para movilizar la economía.
El Presidente (a veces dan ganas de escribirlo con minúscula) arremetió de forma personal, atacó a Quiroz, lo expuso a él, no argumentó contra sus ideas, sólo lo quiso empujar directo al barro.
Y lo logró, porque basta mirar las respuestas que decenas de integrantes del fans club del Mandatario le dejaron a Quiroz en X, la gran mayoría de alto calibre y agresividad, para confirmar que muchas veces el Presidente actúa por impulsos y no de “manera sana”, evidentemente, sin pensar en las consecuencias.
Cuesta mucho entender en qué estaba pensando Boric –si es que lo estaba haciendo- al momento de escribir su breve tuit, pero es inaceptable que quien concentra para sí el mayor poder en el país, exponga a un ciudadano común y corriente a la agresividad de la barra brava del 30%, sólo porque piensa distinto que él.
Queda un año de gobierno y es una ingenuidad total esperar que Boric entienda lo que realmente significa habitar el cargo. Ya no lo hizo.
Ojalá al menos haga un esfuerzo por parecerse, aunque sea un poco, a esos Presidentes (estos sí se merecen las mayúsculas) más análogos, esos de los 90 y comienzos de los 2000, esos sobrios, reflexivos, si se quiere incluso “fomes”, que se levantaban y acostaban pensando en el bien general y no a quien le echarían encima a los bulleros digitales de turno.