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Actualizado el 25 de Marzo de 2025

Vaivenes de la contienda presidencial

Las distintas encuestas arrojan tan distintos porcentajes como si fuesen pronósticos meteorológicos de diferentes canales; pero todas arrojan un resultado igual: hasta ahora esas tres cartas de la derecha suman más del 50% de las intenciones.

AGENCIA UNO/ARCHIVO
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Cristián Meza

Tomás Szasz

Filósofo.

La derecha, cuándo no, se está dividiendo en fracciones cuyos programas se difieren mucho menos que las ambiciones partidarias y personales de la y los candidatos: Matthei, Kaiser y Kast. Y sólo una aboga por la unidad tan necesaria.

La veterana de la UDI tiene sin duda la mejor colección de méritos en distintas etapas políticas y atrae, principalmente, a la clase media de segunda y tercera edad, esa que quiere un país tranquilo y próspero y cree que Matthei podría proporcionárselo tal como hizo en su comuna siendo alcaldesa; aunque esos eran otros tiempos y fue en una de las menos problemáticas comunas del país. Su proyecto, de ser elegida Presidenta, será el típico liberal clásico y sus antecedentes familiares – hija de militar de alcurnia – dan la ilusión que quizás su lucha contra el crimen puede tener cierto éxito.

José Antonio Kast insiste postularse nuevamente a pesar que sabe que sus insuficientes simpatizantes nunca posibilitarán un triunfo. Encima, su derechismo radical se debilitó mortalmente con el éxodo de Johannes Kaiser infringiéndole severas pérdidas al PR, imposibles de curar antes de la elecciones; aunque en el improbable caso de ganar las elecciones, quizás sería capaz de reunir un equipo serio para lograr que Chile vuelva a la senda de crecimiento; sus planes de seguridad seguramente serían aún más radicales que las de Matthei (a pesar que, por razones religiosas, reniegue de la condena a muerte…). En cuanto a su proyecto económico, del cual aún no sabemos nada, poco se diferenciaría del de la ex-alcaldesa.

A Johannes Kaiser no le alcanzó el extremismo “kastiano” y, aprovechando los vientos que soplan en el mundo, se abrió astutamente para ser aún más diestro y pegó un salto impresionante. A mí me parece a un Boric de ultraderecha: su falta total de experiencia política y económica podría ser una repetición del actual gobierno, que asumió no para dirigir el país, sino para aprender a dirigirlo; algo en que fracasó rotundamente, quitándole a Chile cuatro años de posible desarrollo. Otros tantos años serían trágicos. Pero ese es otro tema.

Las distintas encuestas arrojan tan distintos porcentajes como si fuesen pronósticos meteorológicos de diferentes canales; pero todas arrojan un resultado igual: hasta ahora esas tres cartas de la derecha suman más del 50% de las intenciones. Matthei parece estar bajando; cosa lógica: empezó muy temprano y pierde terreno en la medida que aparecen nuevas opciones, Por eso aboga por una primaria como evidente paso en la derecha; pero ni Kast, ni Kaiser están dispuestos, en la esperanza de poder dar el batacazo y subir a la segunda vuelta, estando convencidos que quien salga, será presidente: al parecer no se equivocan y una lista única entre los dos partidos puede colocarlos como mandamases del Parlamento.

Del actual oficialismo la primera candidata significante es Tohá con más de 10% de preferencias que aparecen en la última semana y sorprenden: parece que poca gente piensa y analiza sus antecedentes como ministra de Interior y Seguridad: tuvo el peor desempeño en la historia chilena pues su total incapacidad y desconexión con la realidad dejó que el metástasis del cáncer de crimen organizado se haya ya casi adueñado del país. ¿Dónde iríamos con ella de presidenta? Su postura de aceptar una primaria con Jadue si éste “cambia de opinión respecto a Venezuela” es ridícula; ¿acaso un comunista “cambiaría” de verdad? La sola mención de Jadue me da escalofríos… y la lógica dicta que Jeanette Jara, convenientemente calladita respecto a Maduro y recién festejada por lograr una pésima reforma, suene mucho mejor como carta del PC aunque sea difícil imaginar una comunista en el sillón en que O’Higgins no logró sentarse por su enfermedad. Pero, por el momento se postergó la candidatura por la división interna de su partido.

Otras/os candidatos de la izquierda aún no aparecen con alguna cifra destacable en la lista de encuestadoras. Faltan unos 8 meses en los que el panorama puede variar mucho. Pueden aparecer candidaturas de la centroizquierda con suficiente peso para quitar votos a la más extrema y hasta hacer un trato parlamentario con Chile Vamos, algo que sería un paso más que lógico. Sólo cabe especular mientras esperamos

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