Sin una razón
Señor Director:
La integración de áreas económicas -en relación a la propuesta de una “moneda única sudamericana”- es un tema complejo, y la experiencia comparada así nos lo recuerda. Pero si se decidiera avanzar en esa dirección, existen varios desafíos que acometer. Primero, es fundamental sincronizar los ciclos económicos de los potenciales socios. Esto es clave, toda vez que, por ejemplo, la política monetaria será solo una, y no podrá atender circunstancias o desafíos particulares de un socio. Puede que una economía esté sobrecalentada (necesidad de aumentar la TPM), mientras que otra deprimida (necesidad de reducir la TPM), ¿por qué se optaría en ese contexto?
Segundo, y relacionado con el punto anterior, para sincronizar los ciclos económicos se requiere fijar metas de convergencia en ciertas variables económicas clave. Por ejemplo, fijar convergencia en términos de tasa de inflación, desempleo, crecimiento económico, déficit fiscal, déficit en cuenta corriente, entre otras.
Tercero, se requiere un sólido nivel de compromiso por parte de los socios para formar parte de una unión de este tipo, para evitar comportamientos oportunistas. Hay que recordar que bajo este arreglo se pierde autonomía en cuanto al manejo de las políticas monetarias y fiscales. La experiencia del euro muestra lo difícil que es lograr monedas únicas y los diversos conflictos que emergen cuando las economías no se encuentran en la misma fase del ciclo económico.
Rodrigo Montero
Decano Facultad de Administración y Negocios
Universidad Autónoma