El Mercurio critica humor político en Viña: “Puede desatar fuerzas descontroladas”
A través de la editorial "¿Humor Sanador?", el matutino criticó -principalmente- la actitud del Monstruo frente a las rutinas con humor político presentadas en el certamen.
Para nada ha pasado desapercibido las rutinas de humor que han presentado los distintos comediantes que se han presentado en el Festival de Viña en las últimas tres noches, donde la clase política ha sido blanco de los múltiples chistes que han hecho reír al Monstruo del certamen.
Primero fue el Partido Comunista quien alzó la voz en contra de Edo Caroe por utilizar la figura de Camila Vallejo, sumándose a ellos varios los que se alinearon a su postura. Ayer fue El Quinto Poder, sitio web controlado por una fundación que dirige Ricardo Lagos. Hoy fue El Mercurio, quien a través de una editorial, criticó el actuar del público y las consecuencias que podría traer esto.
En la página A3 de su edición de hoy y bajo el título “¿Humor sanador?”, consignaron que las rutinas presentadas en Viña “se han encarnizado contra virtualmente todas las formas institucionales públicas y privadas de nuestro país”. De esta manera, eso sí, advierten que una vez “terminado ese evento, irá cayendo en el olvido natural, para permanecer en la crónica de las anécdotas”.
A pesar de lo ocurrido en los últimos tres días, señalan que la libertad de opinión y expresión -que obviamente incluye el humor- no puede ser restringida más allá de cuanto la Constitución y la ley establezcan, y cabe presumir -y esperar- que los organizadores de dicho festival y los humoristas respectivos atenderán a no exceder sus límites ni lesionar los derechos de quienes son su blanco”.
Respecto a la conducta que ha tenido el público con los shows, lo califican como ese que “se exulta al ver arrastrar a tantos a un pantano de descrédito, y aún azuza ese procedimiento, está también en su derecho y no se le puede pedir a una masa que demande refinamiento ni rechace procacidades”.
“Pero si ese mismo público siente que con eso está aprobando una forma de reproche moral, y si se admite que él es representativo de un sentir nacional mayoritario, cabría preguntarse por la incongruencia de que sea indiferente ante otros actos reprochables en que tantos incurren, como, por ejemplo, la creciente elusión maliciosa del pago en el transporte público y muchas otras habituales de incumplimiento de obligaciones legales o deberes éticos”, añaden.
El matutino, además, sostiene que “la atmósfera que denota la reacción del “monstruo de la Quinta” da que pensar. Ni derechas ni izquierdas pueden alegrarse, ni autoengañarse con la ilusión de que esa percepción daña más al adversario que a los propios: es todo el sistema institucional el que aparece enjuiciado y descalificado en grado que puede tornarse demoledor”.
“Si la burla verbal, pero sin mayores consecuencias prácticas, deviniera a la postre en un nihilismo y una desconfianza generalizados, sería el clásico cuadro aprovechable por demagogos que postulen utopías, siempre históricamente fallidas, conmocionantes para las sociedades, y a menudo cruentas. El humor puede ser una advertencia sanadora, pero también desatar fuerzas que luego escapan del control de todos”, concluye.