El 5 de octubre de 1988 estaba celebrando el triunfo del Sí
Esa es la misión de las nuevas generaciones, el seguir siendo un país próspero y con futuro, herencia que se construyó en gran parte durante el gobierno militar.
El 5 de octubre de 1988 estaba celebrando el triunfo del Sí. Y aunque suene raro era así porque yo en ese minuto era alcalde de Puchuncaví y en mi comuna habíamos ganado por lo que tenía una sensación rara; por un lado, la satisfacción de haber cumplido en la zona a cargo mío, pero por otro lado lamentando el triunfo del No.
Creo que mirando lo que significó ese momento para Chile, ya a 30 años, creo que el gran perdedor fue el Partido Comunista porque el año 1980 el Gobierno del General Pinochet presentó la Constitución que marcaba el camino claro de la transición a la democracia. Y pese a eso, el PC, en vez de sumarse a esa transición a la democracia, se restó y formó un ejercito paramilitar como el Frente Manuel Rodríguez que se dedicó a asesinar gente, tratar de matar incluso al aquel entonces presidente Pinochet, internando toneladas de armas para buscar generar una verdadera guerra civil. Vemos que incluso un diputado como Guillermo Teillier se enorgullece de haber sido parte de ese verdadero grupo de terroristas.
Con el paso de los años, y ya mirando con mucha tranquilidad y análisis lo que vivimos hace 30 años atrás, lo importante sería que las nuevas generaciones de políticos no cometan lo mismo errores que nos llevaron al quiebre de la democracia en el Gobierno de Salvador Allende, que estaba encaminado y haciendo todo lo posible para que Chile se transformara en una dictadura como es Cuba en la actualidad. Esa es la misión de las nuevas generaciones, el seguir siendo un país próspero y con futuro, herencia que se construyó en gran parte durante el gobierno militar.
