Un macabro crimen fue descubierto en Rumania. Alexandra Macesanu, de 15 años llamó tres veces al número de emergencias, explicando que había sido secuestrada por un hombre mientras hacía “dedo” para volver a su pueblo desde la cercana ciudad de Caracal. Sin embargo, la policía no le creyó y la joven murió asesinada.
Por esta razón, el jefe de la Policía de Rumania y dos personas más han sido despedidas luego de que los cuerpos de seguridad tardaran 19 horas en responder a las llamadas de emergencias de una joven que estaba secuestrada y que murió en este intervalo de tiempo a manos del asesino.
Los uniformados, por una decisión inexplicable, esperaron hasta el amanecer para actuar, pero ya habían pasado 19 horas de la última comunicación con Alexandra.
En la casa de Gheorghe Dinca, el asesino confeso, los uniformados encontraron “restos humanos calcinados, dientes y joyas” en un barril en el patio del lugar y se está a la espera de los análisis de ADN para determinar a quién o quienes corresponden.
Según indica el medio LaVanguardia, las autoridades lograron localizar la fuente de las llamadas y obtuvieron una orden de registro, aunque no era legalmente necesaria. “El por qué las autoridades esperaron tiene que ser aclarado”, ha dicho el fiscal general Bogdan Licu.
El hombre sospechoso de haber asesinado a Alexandra Macesanu reconoció los hechos, así como la muerte de otra adolescente, Luiza Melencu, desaparecida el pasado abril, según ha anunciado su abogado.
