Secciones
País

Zao: la polémica app que intercambia rostros y crea videos falsos

Esta tecnología permite manipular y unir videos, haciendo pasar las imágenes como reales.

zao
zao

Zao está causando furor en China. Lleva solo tres días en App Store y su éxito es rotundo.

Se trata de una nueva técnica de inteligencia artificial llamada “deep fakes”.

Esta herramienta permite realizar videos uniendo imágenes reales pero que no están relacionadas entre sí, a través de algoritmos de aprendizaje, conocidos como RGAs (Red generativa antagónica). Así, se generan contenidos falsos pero muy realistas.

Así, la aplicación Zao muestra un video que nunca existió, ya que intercambia el rostro del usuario como protagonista de distintas películas, con solo subir una foto.

Lo polémico de esta tecnología es que son herramientas que pueden manipular secuencias de video a tal punto que pueden hacerlas pasar por reales.

Estas nuevas aplicaciones automáticamente detectan facciones del rostro y las implementa en imágenes preexistentes, tal como lo hizo hace un tiempo FaceApp, el filtro que lograba envejecer a las personas mediante una selfie.

Esto fue justamente lo que hizo el usuario de Twitter, Allan Xia, quien se convirtió en Leonardo DiCaprio.

<

Esta aplicación ha generado una gran polémica en China debido a que esta herramienta podría afectar la privacidad de los usuarios, según indica Bloomberg.

Esto porque un usuario de Zao declaró que la aplicación pide tener derechos “gratuitos, irrevocables, permanentes, transferibles y con licencia” para todo este contenido generado por el usuario antes de poder utilizarla.

Sin embargo, debido a las críticas, la app actualizó sus términos y ahora indican que si los usuarios eliminan el contenido cargado, la aplicación también lo hará de sus servidores.



Alberto Larraín y Patricio Cooper: el baile de los vampiros

Alberto Larraín y Patricio Cooper: el baile de los vampiros

Si la caída de Alberto Larraín tiene algo de novela decimonónica, no lo es menos el ascenso de su enemigo jurado Patricio Cooper, un fiscal de provincia que vio, en medio del expediente una escalera. Y la empezó a subir con pasos rápidos, presurosos, mal calibrados. Confundiendo fondos públicos con privados, sospechas con evidencias, y lo peor: confundió una frase jactanciosa con una confesión.

{title} Rafael Gumucio