Luis Riveros, ex rector de la U. de Chile: “Los estudiantes más pobres se sienten en un apartheid”
El ex rector de la Universidad de Chile no culpa a la PSU por las desigualdades que hay en el país, sino que apunta a serias deficiencias en la educación pública que segregan a los alumnos.
Luis Riveros es un crítico del sistema educacional chileno. El ex rector de la Universidad de Chile ha condenado el boicot a la Prueba de Selección Universitaria (PSU), afirmando que los más perjudicados son los pobres y la clase media. Asimismo, afirmó el pasado 6 de enero que el sabotaje al examen “es vergüenza para la generación que lo llevó a cabo”.
Pero el ex rector de la Universidad de Chile (1998 – 2006) no culpa al instrumento por las desigualdades que hay en el país. En conversación con EL DÍNAMO, el académico asegura que “si en una solemne al final del semestre un alumno rinde un 6 y uno un 3, me podrán decir que estoy discriminando al del 3. No, lo que estoy haciendo es midiendo lo que han sido capaces de integrar, entender lo que yo he enseñado. Lo mismo con la Prueba de Selección Universitaria”.
“Cuando se culpa a la PSU de que un estudiante tenga 800 puntos y uno tiene 400 puntos, eso tiene un antecedente que viene desde la educación preescolar, terriblemente descuidada en nuestro país”, afirma el también profesor de Historia. “Todo el énfasis de los políticos están en cosas de corto plazo. Entonces, mejorar la vida de un niño de aquí a 20 años no está en el esquema“.
Según el académico, tanto como la PSU como la Prueba de Aptitud Académica y el Bachillerato detectaban las inequidades educacionales: “Todos llevaban a los mismos resultados de que la educación previa había fallado y los estudiantes pagaban las consecuencias”.
“La PSU surgió como un instrumento para poder reemplazar una prueba que enfatizaba aptitudes frente una prueba que iba a enfatizar conocimientos adquiridos en la Enseñanza Media. Esto de las aptitudes se discutió mucho sobre qué era un factor muy desigualatorio, porque un niño pobre de una región pobre y un colegio pobre qué aptitudes podía desarrollar. Entonces se dijo que se pusieran conocimientos, ya que como se iba a mejorar la educación de estos sectores, el conocimiento fluiría naturalmente como cambio”, cuenta Luis Riveros.
“Pero también se dijo que este paso necesita un trabajo para mejorar la PSU progresivamente respecto de la capacidad de desenvolvimiento de un niño. Se dijo que se iban a desarrollar esos instrumentos para que no fuera una medición parcial. Eso no se hizo”, agrega el ex rector, asegurando que “han pasado casi 15 años y seguimos en lo mismo”.
En esa línea, el ex rector de la Universidad de Chile asume que el problema recae en “igualar las condiciones de estudiantes que vienen de distintos sectores socioeconómicos”, con las reformas que se han realizado apuntando a aspectos financieros, pero no académicos. A ello le agrega que en Chile falta “imprimir una cultura de formación ciudadana, de respeto por el otro, de un sentido de integración social. No lo hemos conseguido, entonces los estudiantes más pobres se sienten en un apartheid y se sienten discriminados. Eso lleva a que sectores del país se sienten tratados indignamente”.
Por ello, dice Luis Riveros, es fundamental que se busque la calidad en la educación, siendo esta la manera “para que un alumno de Cerro Navia tenga conocimientos y competencias comparables con el estudiante de Vitacura. Eso no lo hemos conseguido y estamos muy lejos de eso. Un estudiante de Chanco tiene muchas menos posibilidades de estudiar Derecho en la Universidad de Chile que un alumno que estudió cerquita, en la parte alta de Santiago. Eso es inaceptable”.
Según Riveros, la falla fundamental ha estado en la educación pública, la que -a su juicio- ha estado marcada “por conflictos, por incoherencias en su política de desarrollo, por inestabilidad y reformas administrativas que no conducen a mejorar la calidad del estudiante”.
Respecto al examen de ingreso a la Educación Superior, el académico recordó que “el vicepresidente del Consejo de Rectores (Aldo Valle) dijo que este es el último año de la PSU, pero yo no he visto que se esté probando un nuevo instrumento que se pueda aplicar en 2021. Pareciera que fue una buena salida del paso, pero espero equivocarme”.
“La otra alternativa es que no hagamos ninguna PSU y todos entren a la universidad. Eso lleva a un escenario de congestión y problemas del sistema cambiando la lógica de formación. Algunas universidades del mundo lo hacen y entran miles de estudiantes a medicina, las salas no dan abasto para tenerlos a todos, y al segundo año quedan solo el 20%. Si ese es el método de selección, me parece inadecuado e inaceptable“, concluyó Luis Riveros.