¿Qué pasó con la Constitución de Michelle Bachelet?
Tres años, 7 meses, y 19 días antes del Plebiscito del 25 de octubre, la entonces Presidenta envió al Congreso un nuevo texto constitucional con la idea de que fuera aprobado en una votación ciudadana obligatoria.
El domingo 25 de octubre Chile inició oficialmente el proceso constituyente, redactado con personas elegidas por la ciudadanía. Esta idea no es nueva, ya que Michelle Bachelet quiso materializarla en su segundo mandato, Nueva Constitución que no tuvo apoyo.
Tres años, 7 meses y 19 días atrás, la entonces Presidenta ingresó uno de sus últimos proyectos al Congreso. El 6 de marzo de 2018, solo a cinco días de dejar La Moneda, Bachelet materializó su propuesta de una Nueva Constitución tras un proceso técnico y de consulta de tres años.
Orígenes
La primera vez que Bachelet impulsó el proyecto fue en en octubre del 2015, cuando la ex Mandataria informó al país del inicio del proceso para elaborar una Nueva Constitución, el que entre el 23 de abril al 6 de agosto de 2016 convocaría a ciudadanos, organizaciones sociales, movimientos y partidos políticos para debatir sobre los asuntos constitucionales.
Según los datos disponibles en la Dirección de Presupuesto, en la ley de 2016 se asignó un monto de $1.100 millones al programa “Estudios para una Nueva Constitución”.
Recién en julio de 2017 se entregaron los primeros resultados de estos encuentros (15 cabildos regionales, 71 cabildos provinciales y 8.113 encuentros locales autoconvocados), material contenido en 189 actas que se entregaron a la Biblioteca Nacional.
Tramitación dormida
Con el título “Para modificar la Constitución Política de la República”, el boletín 11617-07 fue ingresado al Congreso.
El documento de 113 páginas pedía modificar la Constitución Política de la República, cambios que entrarían en vigencia previa aprobación del texto por un plebiscito de “apruebo” o “rechazo”, cuya convocatoria sería con voto obligatorio.
La propuesta además quedó disponible para la ciudadanía en el sitio unaconstitucionparachile.cl -dominio que continúa vigente-, el que además contiene detalles de las diferentes etapas del proceso, incluyendo estadísticas de participación.
Sin embargo, desde ese 6 de marzo de 2018 el proyecto no ha tenido movimiento, quedando estancado en su primer trámite constitucional a la espera de ser debatido por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado.
Lecciones y reutilización
La profesora del Instituto de Asuntos Públicos de la Universidad de Chile, María Cristina Escudero, fue integrante del Comité de Sistematización de la etapa participativa del proceso constituyente impulsado por Michelle Bachelet. Consultado por EL DÍNAMO sobre si los resultados de la iniciativa nacida en 2015 pueden ser utilizados, la académica reconoce que “sería un escenario extraño”.
“Los resultados del proyecto que se presentó al Congreso siguen vigentes y pueden ser un insumo muy importante para la Convención Constitucional, pero creo no pueden reemplazar mecanismos participativos que esta convención va a necesitar para conectarse con la ciudadanía”, dice Escudero.
Respecto a los temas logísticos -como la elaboración de cabildos-, la académica cuenta que “se puede aprovechar la metodología, pero como en el proceso de Michelle Bachelet se utilizó mucho tiempo, habría que simplificarla” para cumplir los plazos establecidos en la reforma que permitió un plebiscito para una Nueva Constitución.
Tanto el Comité de Sistematización y el Observatorio del Proceso Constituyente de Michelle Bachelet como el Comité Técnico de la reforma para el plebiscito de 2020 ya no están operativos. Ante esto, Escudero asegura que los técnicos que participaron de estos procesos “si nos preguntan, cada uno podrá dar individualmente su opinión”.