Asesina a líder de “La Manada” en Santiago Uno: tenía fuertes vínculos con el narcotráfico
Angello Medina Tobar fue asesinado durante la mañana de ayer durante el desencierro de los internos, en el módulo 32, por otro recluso que aún no ha sido identificado.
Angello Medina Tobar fue detenido por Carabineros el 1 de junio pasado y al día siguiente ingresó a Santiago Uno, donde varios reos lo tenían amenazado.
Gendarmería inició un sumario administrativo por el homicidio de Angello Medina Tobar (41), conocido como el líder de “La Manada”, al interior del módulo 32 en Santiago Uno, donde cumplía prisión preventiva por varios delitos investigados en su contra.
El hecho se registró en horas de la mañana de ayer, cuando al término del procedimiento de cuenta y desencierro de los internos se produjo una pelea, donde el cabecilla del grupo “La Manada” resultó herido con un arma blanca artesanal.
Al respecto, el director regional metropolitano de Gendarmería, coronel Álvaro Rivera Andrade, aseguró que “producto de estas lesiones el interno fue derivado de forma inmediata al sector de salud del penal, en donde, pese a las maniobras de primeros auxilios que se practicaron, fallece producto de las heridas”.
Por este hecho, el Ministerio Público instruyó a la Brigada de Homicidios de la PDI para dar con el responsable del crimen, ya que hasta el momento no se ha establecido quién lo apuñaló.
Los delitos de La Manada
La organización criminal liderada por Angello Medina Tobar estaba compuesta por hombres y mujeres que contactaban a sus víctimas por redes sociales para conseguir su ubicación, concertar una cita y abordarlas para, posteriormente, ultrajarlas y robarles sus pertenencias.
En la comisión de estos delitos, los delincuentes subían a la fuerza a sus víctimas a los vehículos para luego llevarlas hasta una vivienda abandonada donde procedían a atacarlas sexualmente y grabar estos hechos en los que participaban tanto hombres como mujeres.
Fuentes ligadas al caso señalaron que Angello Medina Tobar estaba vinculado al mundo del narcotráfico y habría estado amenazado de muerte por delitos anteriores. De hecho, desde su llegada a Santiago Uno, el pasado 2 de junio, varios internos lo tenían amenazado.
Su carrera delictual comenzó a los 17 años por un robo con intimidación y continuó en los años posteriores por este mismo delito, además de robo con fuerza en lugar no habitado, infracción a la ley de armas, receptación, robo con intimidación y tráfico de drogas, entre otras.
