Francisco Solar reconoce atentado bomba contra Rodrigo Hinzpeter y entrega detalles
El anarquista explicó que eligió a Hinzpeter por estar ligado a la represión y poder empresarial.
Durante este miércoles, el principal acusado del atentado bomba que se planificó en contra del ex ministro de Interior Rodrigo Hinzpeter un 25 de julio del 2019, Francisco Solar, confesó su participación en el ataque a las oficinas de Quiñenco en Las Condes.
Solar, según consignó La Tercera, contó a la Fiscalía que decidió poner como objetivo de su ataque al ex ministro Hinzpeter porque durante el tiempo que estuvo en el Gobierno de Sebastián Piñera dejó “una estela de represión que será difícil de dejar de recordar”.
“Reprimió duramente las movilizaciones sociales y estudiantiles, intentando levantar una ley marcada por prohibiciones de todo tipo, conocido como La Ley Hinzpeter. Como ministro del Interior fue responsable político del asesinato del joven Manuel Gutiérrez, reprimió duramente las movilizaciones sociales de Aysén y de Freirina, militarizó el territorio mapuche, lo que provocó cientos de heridos, muchos de ellos niños e innumerables presos”, recordó el anarquista.
Además de los motivos políticos tras el ataque bomba dirigido contra Hinzpeter, Solar contó que en 2010 fue objeto de los “delirios represivos de Hinzpeter”, quien según su versión, “nos encarceló inventando pruebas, contratando a presos dispuestos a corroborar la tesis de la Fiscalía, tesis que se refería a la existencia de una asociación ilícita terrorista” en el Caso Bombas.
Cómo Francisco Solar planificó el atentado bomba a Hinzpeter
Francisco Solar también contó que eligió a Rodrigo Hinzpeter porque en 2019 trabajaba en el grupo Quiñenco, cuyo presidente es el empresario Andrónico Luksic, por ende, cumplía con el perfil de ser una persona ligada “a la represión y al poder empresarial”.
Desde ese momento, comenzó un acucioso proceso de planificación del ataque que inició con visitas al edificio Itaú donde está emplazado el Grupo Quiñenco.
Sin embargo, de acuerdo a su relato, “no pude por los férreos controles existentes en la entrada”.
“Por lo que pensé que lo mejor sería enviar una encomienda explosiva dirigida a la oficina de Rodrigo Hinzpeter, para asegurarme que él fuera quien abriera el paquete”, profundizó.