Roberto Merino: La pérdida de argumentación es lamentable en la generación actual
"Alguien me dijo que no iba votar nunca por un nazi, en referencia a Kast. Por qué nazi, pregunté. Evidentemente es nazi. Ya, pero dime algo. Es nazi, antigay. Puta, pero también lo eran los soviéticos. Están usando las palabras con demasiada ligereza", dijo
El periodista, escritor y poeta Roberto Merino criticó la polarización de la ciudadanía, la destrucción de Plaza Italia, la falta de argumentación y el léxico de los manifestantes.
En entrevista con La Tercera señala que estos dos últimos años ha estado incómodo con la pérdida de la argumentación. “Yo nunca he reclamado contra la generación actual y sus déficits, pero la pérdida de la argumentación es muy lamentable, eso sí es un empobrecimiento radical y muy peligroso. La falacia en la discusión está en todas partes”, advirtió.
Y agregó: “No se atiende a lo que realmente las personas dicen, sino que se presuponen malas intenciones dentro de este esquema bélico que estamos viviendo, de odiosidades”.
Roberto Merino es trabajó en las revistas Apsi, Don Balón (donde escribía crónicas deportivas), Fibra, Paula, Hoy; ha sido editor de Patagonia, el diario El Metropolitano; cronista de Las Últimas Noticias y El Mercurio. Compiló la Antología del humor literario chileno (2002, Sudamericana) y editó las columnas y crónicas completas de Joaquín Edwards Bello. Es profesor en la Facultad de Comunicación y Letras de la Universidad Diego Portales.
Merino cita como ejemplo una charla: “Alguien me dijo que no iba votar nunca por un nazi, en referencia a Kast. Por qué nazi, le pregunté. Evidentemente es nazi. Ya, pero dime algo. Es nazi, antigay. Puta, pero también lo eran los soviéticos. Pero es un nazi. Entonces se están usando las palabras con demasiada ligereza”.
Según afirmó Roberto Merino en “la UP había un tipo de caballerosidad en la discusión que se ha perdido, los viejos políticos podían hacer referencias históricas”, algo que a su juicio no hubo en esta elección
También criticó la destrucción del centro de Santiago durante las manifestaciones posteriores al 18 de octubre. Según planteó el problema es que cuando destruyen la estatua de Baquedano, “que fue un símbolo, hay una desvinculación total con el pasado. Hay dos escultores en Chile, Virginio Arias y Rebeca Matte, y con qué derecho le rompen la obra a Arias”, expresó.