Analizarán la realidad de los jóvenes que egresan de centros de protección
La idea es que a través de las conclusiones se pueda incidir para mejorar las condiciones en que viven en los lugares de cuidados alternativos.
Incidir en las políticas, condiciones y preparación hacia el egreso de adolescentes y jóvenes que viven en centros de protección y cuidados alternativos, es el propósito del V Congreso “Camino a la autonomía”, organizado por la Corporación María Ayuda.
La actividad, que se llevará a cabo los días 7 y 8 de noviembre en la Universidad de Chile, buscará también visibilizar la situación de los egresados de residencias de protección.
Aquello, mediante el análisis de las condiciones de inserción social y de aquellos aspectos pendientes que impiden aún el pleno ejercicio de sus derechos.
De acuerdo a lo revelado por los organizadores, cada año, 600 jóvenes egresan de residencias del sistema de protección. Se trata de muchachos y muchachas que “se encuentran en situaciones de vulnerabilidad, ya que no cuentan con redes de apoyo ni con un acompañamiento entregado por el Estado“, según indica Ignacio Concha, director ejecutivo de María Ayuda.
“En concreto, el 68% presenta consumo problemático y el 39% tiene un diagnóstico de salud mental sin tratamiento asociado“, añaden los organizadores.
4.000 niños y adolescentes en residencias de Mejor Niñez
Precisan a la vez que más de cuatro mil niños y adolescentes viven actualmente en residencias de protección de la red Mejor Niñez. Este último es el servicio encargado de proteger, restituir derechos y reparar el daño en niñas, niños y adolescentes que han sufrido algún tipo de vulneración.
“La falta de orientación, la inestabilidad de un lugar donde vivir y la inexperiencia de enfrentar el mundo, dificultan enormemente a los jóvenes su inserción en la sociedad“, señala el director ejecutivo de María Ayuda.
A través de este congreso, además, se buscará incidir en la política pública mediante un documento realizado por los egresados, que busca entregar recomendaciones desde la experiencia. Y de esta forma generar programas de acompañamiento que sean pertinentes a las vivencias, a fin de generar un proyecto de ley a largo plazo.